Esta noche dos millones de personas en el mundo habrán pernoctado en un piso del alquiler vacacional de los que se gestionan a través de portales turísticos como Airbnb. Un total de 65.000 ciudades en todo el mundo disponen de alquileres de este tipo o, lo que es lo mismo, 191 países. La seguridad en los pagos, el hecho de poder ver las fotos de los pisos y las valoraciones de los usuarios han provocado que cada vez se ofrezcan más alojamientos de estas características. Además no hay estancia mínima y se suele ofrecer la posibilidad de cancelación sin cargos hasta incluso el día antes de la reserva. Ahora queda pendiente controlar esta oferta, ya que no todos los alojamientos que se ofrecen están registrados en el Principado, lo que ocasiona conflictos en algunas comunidades de vecinos. Los expertos inmobiliarios dicen que son "muchísimos" los pisos turísticos que no cumplen la normativa que se exige y reclaman más controles a la Administración.
