La incomparecencia de los críticos allana el proceso de primarias para Adrián Barbón, que sin haber confirmado su candidatura es virtual candidato del PSOE a las elecciones para la presidencia del Principado. El plazo para formalizar las precandidaturas a las primarias acaba este sábado y el secretario general de la Federación Socialista Asturiana mantiene su "reflexión" y sigue a la "escucha" de lo que digan los afiliados en reuniones como la que tuvo lugar ayer en Oviedo, donde volvieron a animarle a dar ese paso. Barbón tiene esta semana una agenda cargada de actos. Hoy estará en Gijón y mañana, primer día del plazo para formalizar su candidatura, intervendrá en una jornada sobre educación en la casa del Pueblo de Oviedo, citas que podría aprovechar para confirmar su decisión.

"En nada", reconoció el propio Barbón, tomará una decisión que es un secreto a voces desde que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lanzase su nombre en una asamblea abierta en Oviedo el 21 de marzo. Aquel comentario no agradó al sector crítico, que evidenció su malestar hasta el punto de que la dirección de la FSA decidía, sólo un mes después, adelantar unas primarias previstas para el otoño, con el fin de "calmar el partido" en Asturias. La convocatoria de primarias más que calmar parece haber tenido un efecto disuasorio sobre los críticos, sobre todo después de que el portavoz en el ayuntamiento de Gijón, José María Pérez, que disputó a Barbón la secretaría general de la FSA, se mostrase partidario de "una candidatura unitaria, sin confrontación" para elegir al candidato socialista al Principado, y de que el comité autonómico visualizase numerosos apoyos a Barbón, que han tenido continuidad en muchas agrupaciones socialistas en toda la región, empezando por las más importantes, como Gijón, Siero y las Cuencas Mineras. Ana Cachero, la secretaria general en Mieres, declaró ayer que el secretario general es "la mejor opción" para la presidencia al Principado. Barbón se sabe virtual vencedor de unas primarias en las que no tendrá rival. Se le ve tranquilo y cercano con los militantes con los que se cruza, a muchos de los cuales saluda por su nombre, como ayer en Oviedo. Y demuestra que sabe encajar, con reacciones como la que tuvo en ese acto después de que un transeúnte indignado arrojase varios céntimos de euro mientras hablaba el Alcalde, Wenceslao López, que también anduvo rápido de reflejos, dando las gracias. "¡Qué bien nos sientan los actos en la calle a los socialistas! Nos permiten escuchar, pulsar la opinión de la gente y recibir sus críticas", destacó Barbón tras un discurso en el que elogió la vocación europeísta de Indalecio Prieto y al término del cual abrazó a Antonio Masip.