"No hay ninguna crítica interna". Adrián Barbón, secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y próximo candidato a la presidencia del Principado, da por finiquitada la oposición de dentro del partido con la oficialización de la suya como la única candidatura a las primarias. La renuncia de sus antagonistas a presentar una alternativa significa, según el juicio que ha expresado esta mañana en Oviedo, "un mensaje potente que la FSA lanza a la ciudadanía asturiana. Todos estamos apostando por la estabilidad del proyecto", apunta después de festejar que el "espacio" del que disponían sus críticos se cerrase ayer por la tarde sin que ninguno de ellos decidiese dar un paso al frente y de invocar el convencimiento de que su soledad en la lista de candidatos "viene a reafirmar que hicimos lo correcto".

Barbón, que ha comparecido esta mañana junto a la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, lleva con cierto "orgullo" la crítica "visceral", "radical", que recibe de la presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, con sus recurrentes menciones a la preparación de un tripartito de izquierdas de ámbito regional con el PSOE, IU y Podemos. "El partido va a sufrir muchísimos ataques, pero en mí no van a encontrar respuestas airadas", ha dicho después de confirmar su impresión de que "la inmensa mayoría de los asturianos apuestan por una Asturias que cree en el progreso" y reafirmando su pretensión de afrontar a partir de ahora el reto de "construir un programa de gobierno".

"Hay polémicas estériles y ficticias", le acompaña en el juicio Adriana Lastra. Desde que Adrián Barbón "ganó la secretaría general de manera incontestable, todo el partido empezó a cerrar filas en torno a él". La número dos del PSOE apuntala el mensaje del que pronto será oficialmente el candidato a la presidencia del Principado -en cuanto concluya el día 26 el periodo para la recogida de avales- dando por derrotada a la disidencia: "Nadie ha cuestionado la figura de Adrián Barbón como secretario general ni como candidato", ha dicho tras asegurar que la discrepancia en el partido siempre ha sido "normal, y más cuando es leal y se expresa internamente".