"La sidra en Asturias es algo más, mucho más, que una bebida". Con esa premisa de partida, la Junta General del Principado se adhirió ayer a la solicitud de la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para la sidra. En una declaración institucional promovida por Podemos y respaldada por asentimiento, la cámara añade a su alegato que "nuestra bebida más universal no solo está presente en la vida y tradiciones de los asturianos, sino que es un eje vertebrador de la economía de Asturias, un aliciente turístico y una seña ineludible de la marca de calidad de nuestra tierra".

El texto al que ayer asintieron los grupos parlamentarios aprovecha el momento para demandar un incremento de la porción de producción sidrera que nace amparada por la Denominación de Origen Protegida (DOP) y juzga escaso el "millón ochocientas mil botellas" con esa etiqueta, apenas el 3,4 por ciento del volumen total en "una proporción que puede y debe mejorar".

En la estrategia para lograrlo, la declaración que hizo suya eel parlamento no minimiza la importancia de las campañas de promoción, pero considera en otro terreno "fundamental que apostemos por la manzana de la tierra, por proteger les pomaradas, luchar contra las plagas que acechan al campo asturiano, facilitar ayudas al cooperativismo y, en definitiva, apoyar al sector sidrero en tanto que parte integral de nuestra cultura y de nuestra economía. Producir sidra en Asturias, producir manzana en Asturias, es invertir en el presente y futuro de esta tierra", finaliza el texto.