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Florece la pomarada que no sufre vecería

Los dueños de la finca "Gallinal", en Serín, logran atajar la principal traba del sector sidrero: superar el ciclo de baja producción que tradicionalmente padecen los manzanos

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Manzanos en flor en Serín

Trece mil manzanos en flor. Así luce de hermosa la finca "Gallinal", en Serín, propiedad de la familia Exner, que lleva tres años dedicada al manzano, todos ellos integrada dentro de la Denominación de Origen Protegida. Allí se cultivan siete variedades de manzanas diferentes.

Pero esta finca tiene algo especial además de su belleza cuando brotan las flores, y es que sus propietarios han conseguido disminuir los efectos de la vecería, con lo cual consiguen que cada año su producción sea similar. "Con el cariño no es suficiente, por eso hemos tenido que mecanizar la finca, abonar más en la época crítica para que los árboles estén bien alimentados y llevar a cabo podas y aclareos", explica el productor Daniel Exner.

El futuro de la producción de manzana de sidra en Asturias va precisamente por este camino, el de conseguir que nunca haya superproducción y que todas las temporadas los manzanos tengan frutos de calidad y de un tamaño suficiente para darles salida en el mercado. Terminar con la vecería es el objetivo que se marcan tanto desde la Consejería como desde el Serida (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario), y por ello en el mes de junio se van a llevar a cabo cursos de formación en Siero, Villaviciosa y Gijón para los productores. Si un año hay superproducción de manzana, inevitablemente la naturaleza condena a los manzanos a prácticamente no dar frutos en la temporada siguiente; por ello hay que controlar las producciones para que sean regulares.

"El año pasado tuvimos una buena cosecha y este año vamos a repetir, será muy bueno, vamos a obtener una media de entre 300 y 350 toneladas", concreta Exner.

Para ayudar a la floración del manzano los productores de "Gallinal" echan mano de las abejas, que contribuyen a la polinización de la flor. Cincuenta colmenas se encuentran distribuidas por la finca, donde crecen trece mil manzanos y seis mil quinientos son adultos.

El largo invierno que ha azotado a Asturias este año ha provocado un retraso en la floración de las variedades, pero estos días se pueden ver hermosas las flores de raxao y regona, cuyos frutos se recogerán entre octubre y principios de noviembre. "Tenemos siete variedades plantadas, unas son más tempranas y otras más tardías. La floración también depende, además del tipo de manzano, del tiempo", remata Exner. Todas estas manzanas acabarán hechas zumo en botellas de cristal verde, convertidas en sidra con Denominación de Origen Protegida.

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