Mientras en la Junta General se debatía sobre concursos de empleo público y sobre hábitos saludables, el Congreso de los Diputados abría la puerta de salida de la Moncloa a Mariano Rajoy para entregar la presidencia del Gobierno al socialista Pedro Sánchez. El escenario político nacional estaba en plena metamorfósis pero el parlamento autonómico seguía su ritmo habitual de mociones y votaciones, inasequible al desaliento. Hasta las once y media de la mañana. A esa hora, la votación en el Congreso confirmaba el relevo al frente del Gobierno de España y los portavoces de los seis grupos parlamentarios de Asturias comenzaron a desfilar por los pasillos de la Junta General para realizar una primera valoración sobre el cambio político al frente del país.

La presidenta de los populares asturianos, Mercedes Fernández, dejó entrever el malestar que reina en el seno de su partido. "Es un día muy triste e incomprensible", declaró de entrada para acto seguido quejarse del "pacto" de Pedro Sánchez "con los herederos de ETA y con todos los partidos que han puesto en jaque el estado de derecho". La dirigente popular subrayó "la debilidad" de un Gobierno que, a su juicio, "será rehén de Podemos, de Bildu y de la antigua Convergencia". Y aseguró que el cambio en la Moncloa tendrá consecuencias negativas para Asturias: "Los liquidadores del carbón gobiernan hoy España, los que quieren cerrar las térmicas hoy gobiernan en España (...) Vamos a ver cómo Asturias no pinta nada para el Gobierno de Pedro Sánchez", valoró Mercedes Fernández.

El primer análisis del portavoz socialista en la Junta, Marcelino Marcos Líndez, puso el contrapunto al de la dirigente popular: "Asumimos el cambio con mucha responsabilidad y mucha ilusión. Se ha dado un paso importante para regenerar las instituciones democráticas", afirmó Marcos Líndez, quien rebatió la visión catástrofista de Mercedes Fernández: "A Asturias le va a ir bien", dijo el portavoz del PSOE remitiéndose a la intervención de Sánchez del pasado jueves.

El secretario general de Podemos, Daniel Ripa, celebró el cambio al frente de la Presidencia sin ahorrar términos grupos. "Es un bien día se recupera algo de dignidad y se pone fin al Gobierno de la corrupción y de la degradación". Ripa reclamó una agenda social para Asturias y terminar con las "discriminaciones de Asturias", entre las que citó el peaje del Huerna.

El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que siguió la votación del Congrso con gran atención valoró positivamente el cambio en la Presidencia del Gobierno "por higiene democrática" y pronosticó que "va a ser mejor para Asturias, sin lugar a dudas, por las políticas de cohesión territorial y por las políticas sociales en un país atravesado por la desigualdad". La presidenta y portavoz de Foro, Cristina Coto, advirtió que para su partido "no supone ninguna garantía que Pedro Sánchez va a respetar la alta velocidad para Asturias" y mostró su inquietud ante un gobierno que "une a la izquierda y a los independentistas". Nicanor García también pronosticó "una inestabilidad importante por el precio muy alto que tendrá que pagar el gobierno de Pedro Sánchez" y reiteró la exigencia de unas elecciones generales "para que decidan los españoles".

Al PP asturiano quedó el consuelo de ganar la primera votación que tuvo lugar en el parlamento regional tras la derrota de Rajoy al sacar adelante una iniciativa para un bono de transporte joven, a la que sólo se opuso la bancada socialista. Una iniciativa que salió a defender la propia Mercedes Fernández, que aprovechó la oportunidad para lamentar, a pie de hemiciclo, la moción de censura ganada por el PSOE.