El PP abrió ayer la veda contra el consejero Fernando Lastra por la gestión del lobo. El diputado autonómico Luis Venta dio por concluido el plazo de gracia al titular de Infraestructuras y Medio Ambiente cuando está a punto de cumplirse un año desde que asumió el control de los daños de la especie a la cabaña ganadera.

“Ni una mala palabra, ni una buena acción” fue el diagnóstico que el “número dos” de los populares realizó sobre la labor de Lastra en este último año. “Mueren más lobos atropellados que abatidos en los controles de la Consejería”, reprochó Venta durante su interpelación tras recordar que el objetivo del Principado de abatir 45 lobos al año no se ha cumplido nunca. “En 2017 se abatieron nueve lobos”, precisó el parlamentario popular, que calificó de “farsa” la estrategia de controles del Gobierno socialista y discrepó abiertamente de que los daños del lobo a la cabaña ganadera “vayan un poco mejor, como sostiene el Consejero.

“Tratamos de conseguir los objetivos pero lograrlo depende de muchos factores” respondió Lastra, quien señaló que la realidad es que “el lobo no está en peligro de extinción” en Asturias y que, según el estudio realizado por el CECODET, la especie “ha colonizado un 23 por ciento más del territorio”. Hay más ataques, más municipios con más ataques y éstos son más intensos. Por lo tanto, hay más lobos. No estamos un poco mejor sino mucho peor”, concluyó Venta, quien responsabilizó al Gobierno asturiano de “temer a los ecologistas de despacho”. Lastra contestó que no hay “ningún miedo” pero recordó que “hemos sido demandados tres veces con el argumento de que intentamos exterminar a una especie. Afortunadamente la Fiscalía ha archivado la denuncia”, subrayó el consejero responsable de la gestión del lobo. Lastra pasó al ataque y acusó al PP de intentar engañar a los ganaderos, dejando entrever que “se pueden saltar a la torera” las normas. “Usted puede decir lo que le dé la gana al alto la lleva mientras que el Gobierno está obligado a cumplir la ley”, replicó el Consejero que emplazó a Venta a no elegir el “bando equivocado” ante el problema que supone el control del lobo.