"Con Juan Ventura se nos fue un hombre bueno en todos los sentidos: siempre colaborativo, responsable y generoso, fue la personificación de la bonhomía". Las palabras del rector de la Universidad de Oviedo, en el emotivo y multitudinario homenaje que ayer le tributaron para entregar a título póstumo a su viuda, María Jesús García de la Fuente, y a sus hijas, Paula y Beatriz, la medalla de honor de la institución académica, resumían el sentir de compañeros y amigos del catedrático de Organización de Empresas, fallecido el pasado diciembre, que hizo gala durante toda su trayectoria de un magisterio ejemplar, como le recordaron ayer.

Repasar la vida académica, investigadora y sus facetas como gestor, esposo y padre abnegado pero, sobre todo, como amigo removió sentimientos entre los presentes, que llenaron el Paraninfo del edificio histórico de la Universidad para reconocer la impronta de Juan Ventura. José Ruiz Navarro, catedrático de la Universidad de Cádiz, que compartió con él los primeros años en la docencia, se refirió a él como "excelente persona y excelente académico al que le debemos agradecimiento y respeto". Su "disciplina, rigor intelectual, compromiso con el conocimiento y entusiasmo por todo lo que acometía" marcaron, según Navarro, las más de tres décadas de Juan Ventura en la Universidad.

De su compañero, dijo Navarro, que fue "un líder cooperativo", con "pasión" por la investigación que deja un recuerdo imborrable tanto en sus maestros como en sus discípulos. Quienes compartieron con Ventura labores de gestión destacaron su "disciplina, ética y alegría de vivir", que transmitió hasta el final de su existencia. Estando ya enfermo, el 6 de noviembre comunicó a su esposa: "Acabo de dar la última clase de mi vida". Y se fue así. Feliz por lo vivido y por haber explorado todos los ámbitos de la estrategia empresarial. "Su legado es difícil de materializar y medir", aseguró el catedrático de Cádiz, "desarrolló la virtud social fundamental de la empatía", continuó diciendo. "Le recordaré siempre con respeto, admiración y ternura", aseveró.

A juicio de Santiago García Granda, la Universidad de Oviedo estará siempre en deuda con Juan Ventura "por su contribución a que nuestra institución se encuentre en altos niveles en la Economía y la Empresa". El Rector confía en que el magisterio de Ventura ilumine "el camino que queda por delante". Y agregó: "Me siento sinceramente orgulloso de la impronta que deja. Deseo que su labor se perpetúe", continuó el Rector en su intervención.

Sobre el legado académico del catedrático de Organización de Empresas también habló la presidenta de ACEDE, Isabel Suárez, quien se refirió, igual que otros responsables académicos, a la debilidad de Juan Ventura por el talento femenino. De hecho, su última lección magistral fue precisamente sobre el liderazgo de las féminas en las organizaciones empresariales. También recordó que cuando vio a uno de sus discípulos acceder a la plaza de catedrático se sintió feliz de dar paso a los más jóvenes. Que esta medalla, pidió el Rector, sea un símbolo de "ánimo, aliento y consuelo" ante la aflicción por la inesperada ausencia de Juan. "Fue un gran docente e investigador, siempre preocupado por el bien de la Universidad, atendía generosamente tanto a estudiantes como al personal administrativo por lo que no resultaba extraño que fuese una persona querida y respetada por ellos", concluyó García Granda.

Paula y Beatriz Ventura agradecieron las cariñosas palabras de los compañeros de su padre. "Nos reconforta, en momentos difíciles se sintió muy arropado por vosotros", coincidieron. "Todo con él era divertido. Su forma de querer es y será única".

El director del IUDE, Esteban Fernández, habló también de la deuda de esta institución con Ventura mientras que el director del departamento de Administración y Dirección de Empresas, Eduardo González, destacó "la cercanía, capacidad para dar confianza y su visión de largo plazo". Al decano de la Facultad de Economía, Julio Tascón, con quien Ventura mantenía una estrecha vinculación, le faltaban palabras para definir la "calidad indiscutible" de su amigo tanto en el plano personal como profesional.

Los profesores José Gómez y Susana Pérez y la exalumna Laura Pérez Macho también quisieron testimoniar su gratitud al maestro, "apasionado por su familia, los viajes, el deporte y con un sentido del humor inteligente. Enseñaba a mirar con otros ojos". Fue, en definitiva, como señaló la coordinadora del máster de Administración y Dirección de Empresas, "un maestro de la vida misma. Por carta, el catedrático emérito de Economía de la Empresa y director del Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), Álvaro Cuervo, alabó de Juan Ventura que "con su trabajo contribuyera a abrir senderos en la jungla".