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Listas de espera: nueve meses para tener el resultado de una prueba

Dos casos, una perforación de tímpano y una acidez gástrica, ilustran las largas demoras para las citas con el especialista en Asturias

Listas de espera: nueve meses para tener el resultado de una prueba

Nueve meses de espera para conocer los resultados de una prueba tan sencilla como el test de aliento; otros nueve meses para revisar los oídos tras un intento fallido de quitar tapones de cera. Son dos casos reales, uno del área de aparato digestivo y otro de otorrino, en el panorama de prolongadas demoras que sufren numerosos pacientes de la región que necesitan una consulta con el especialista. Ambas situaciones corresponden a mujeres ovetenses y al ambulatorio de La Lila, que a efectos de atención especializada depende el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Las dos usuarias coinciden en manifestarse "indignadas" y en calificar estas situaciones de "intolerables". Mientras tanto, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) está ultimando el plan para implantar la realización de horas extraordinarias por las tardes, con el objetivo de aligerar las demoras en algunas especialidades en las que están disparadas. En algunas de ellas no hay profesionales en el mercado laboral, lo que hace imposible reforzar las plantillas o cubrir las bajas y las vacaciones.

El caso de A. S. R., de 70 años, se inició cuando acudió al centro de salud de Otero, en Oviedo, el pasado 8 de febrero, con la intención de que le quitaran los tapones de cerumen de los oídos. La mujer usa audífonos de forma ocasional. Aunque se había aplicado las gotas ablandadoras, le enfermera no consiguió realizar la extracción, e incluso le hizo daño. En consecuencia, su médico de cabecera decidió remitirla al otorrino de La Lila.

La sorpresa fue que le dieron la cita para justamente cuatro meses más tarde. "Me pareció asombroso", señala. Tenía molestias en el oído y decidió acudir a un centro sanitario privado. "Me quitaron los tapones y me vieron una perforación del tímpano. Me dieron un tratamiento a base de antibióticos que tuve que tomar durante ocho o diez días", explica. El otorrino del centro privado le dijo que, dada su situación, las limpiezas no podían hacérselas con lavado, sino con aspiración. A la vista de estos sucesos, la mujer se pregunta: "¿Qué puede hacer en una situación así una persona que no tenga recursos para buscar una alternativa?".

Aunque la afección puntual del oído estaba resuelta, A. S. R. decidió mantener en pie la cita con el otorrino de La Lila para el 8 de junio. "Me parecía oportuno que me revisase cómo iba el oído, también para ver si volvía a tener tapones", indica la paciente. Pero de nuevo saltó la sorpresa desagradable. El pasado viernes recibió una carta del Sespa en la que le comunican que su cita con el otorrino de La Lila se la han "reprogramado" para el próximo 21 de noviembre por "motivos clínicos". Total: casi nueve meses y medio.

Test de aliento

El caso del test de aliento tiene como protagonista a E. P. C., de 30 años, que sufre problemas de reflujo y acidez gástrica. Hace unos días le prescribieron la realización de dicha exploración para determinar si tiene gastritis y si presenta la bacteria "helicobacter pylori". El test consiste en soplar en una bolsa, tomar un comprimido de urea con un poco de agua y, de nuevo, soplar en otra bolsa. Dura unos 30 minutos y los resultados se envían al médico que la ha solicitado. Le practicarán la prueba el próximo 4 de julio en el ambulatorio de La Lila.

Lo que no podía imaginar la paciente es que, junto a la cita del test, recibiría la fecha de consulta con el especialista en digestivo para el 5 de abril de 2019, en la que le comunicarán los resultados y las pautas de tratamiento. "¡Son nueve meses; pensé que era un error!", se queja. "Es indignante. Suerte que lo que me sucede es molesto, pero no grave. Pobres de quienes tengan algo serio. O que tengan dolores, y tengan que estar así casi un año más", añade.

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