El aeropuerto de Asturias acaba de cumplir cincuenta años y goza de buena salud, y además su futuro está garantizado. Así lo manifestaron ayer en una charla-coloquio organizada en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Víctor Moneo, director de ventas de Iberia en España; Lázaro Ros, director general de Volotea, y Carlos San Martín, director del aeropuerto de Asturias.

La singularidad del aeropuerto de Asturias es que "aquí hablamos de personas, es algo que no permiten los aeropuertos grandes", aseguró en el coloquio Lázaro Ros, ensalzando la importancia que tiene para una empresa como Volotea la presencia de los aeropuertos "pequeños y medianos".

Víctor Moneo, director de ventas de Iberia en España, hizo un repaso de las cifras de la compañía en Asturias, que fue la primera que comenzó a operar hace ya cincuenta años y que hoy mantiene una ruta, la que une Asturias y Madrid: "Estamos en el top de los cinco aeropuertos más puntuales donde operamos, el sistema ILS de categoría tres (que permite aterrizar con niebla en el aeródromo asturiano) fue una gran inversión". Moneo destacó que Iberia tiene un compromiso en firme con el Principado porque reúne tres características fundamentales: un alto tráfico turístico tanto emisor como receptor, un tejido industrial importante y un gran espíritu viajero de los propios asturianos, que cada vez se desplazan más.

El coloquio, que estuvo moderado por el redactor de LA NUEVA ESPAÑA Ramón Díaz, analizó cuestiones como qué proyectos se marcan para el futuro las compañías que operan desde el aeropuerto de Santiago del Monte. "Nuestro esfuerzo es minimizar los efectos de la niebla, pero podemos decir que hoy no es relevante, aunque nos ponemos en el lugar de esos viajeros que de forma puntual tienen que ser derivados a otros aeropuertos. Espero que el peso de los vuelos en la región sea mayor, en transporte aéreo creo que podemos aportar más", apuntó Carlos San Martín en el ánimo de conseguir que tanto Volotea como Iberia impulsen nuevas conexiones con Asturias.

Volotea comenzó a operar desde el Principado en 2012, que fue el año en que nació la compañía, y además ha trasladado su sede social a la región. Entre Iberia y Volotea suman casi la mitad del tráfico aéreo del aeródromo asturiano. "Sin aeropuertos pequeños y medianos Volotea no existiría, nosotros operamos desde Asturias por este motivo y porque el aeropuerto ve que la compañía cumple. Nuestro compromiso de futuro es el de seguir trabajando en el Principado y no hay motivo para pensar lo contrario", señaló el representante de Volotea.

Tras este análisis, el director del aeropuerto asturiano quiso hacer un reconocimiento a las dos compañías, y comparó la buena marcha del aeropuerto con un teatro donde en realidad lo que importa "son los actores. Nosotros intentamos responder a las apuestas que plantean las compañías".

El aeropuerto de Asturias entró en funcionamiento en el año 1968 y el vuelo inaugural lo realizó un McDonnel Douglas DC-9 que fue bautizado con el nombre de "Ciudad de Oviedo". La conexión de Iberia entre Asturias y Madrid supone el 30 por ciento del pasaje. Volotea ofrece otros destinos desde la región, como son Venecia y Munich, que se enmarcan dentro del contrato con el Principado para la promoción turística en el mercado internacional.

Tanto Iberia como Volotea sugirieron que sería interesante que el aeródromo asturiano contase con una zona más amplia de embarque, algo a lo que no se negó el director del aeropuerto, que sí quiso explicar que "estamos arraigados en el territorio; estamos en contacto directo con el trabajo de las compañías y tratamos de que otras se dejen seducir para que comiencen a operar desde aquí", explicó San Martín.

Víctor Moneo concretó además que Iberia quiere hacer una apuesta por la "comodidad del viajero" y puntuó con "sobresaliente" el funcionamiento del aeródromo asturiano. "En los últimos tres años hemos aumentado en un 25 por ciento las plazas entre Asturias y Madrid. Esto supone una barbaridad", remató Moneo.

A sus cincuenta años, el aeropuerto asturiano seguirá por el sendero del "esfuerzo para explotar su potencial", remató San Martín.