Una joven se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel por traficar con drogas en el festival de música electrónica Aquasella de Arriondas, el verano pasado. El 28 de julio de 2017, la acusada fue abordada por un agente de la Guardia Civil que le pidió su identificación, al verle una actitud nerviosa. El agente le ocupó una bolsa que portaba en la zona del sujetador, así como otra bolsa con tres más en su interior, todas ellas con sustancias estupefacientes, en concreto diez gramos de éxtases (MDMA), tres y medio de anfetamina y menos de un gramo de resina de hachís.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública, en forma de sustancias que causan grave daño a la salud y que no lo ocasionan. Aparte de la pena de prisión, pide una multa de 1.719 euros con un día de privación de libertad por cada 100 euros no satisfechos.

En el citado festival fueron detenidos hasta seis jóvenes por tráfico de drogas. El año anterior, hubo al menos cinco, tres de ellos llegados de fuera de la región. Las cantidades de droga fueron mínimas, salvo en un caso en que se encontraron 12 gramos de cocaína.