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Un invierno crudo y una primavera lluviosa que han sentenciado las producciones agrarias

No sólo las lluvias de esta primavera han sido las culpables de que las producciones agrarias de este año en Asturias estén prácticamente sentenciadas de muerte. El invierno, muy crudo, frío y con nevadas, fue el primer golpe al desarrollo de las huertas. Pero por si esto fuera poco, el hecho de que la lluvia lleve prácticamente un mes sin dar tregua en todo el Principado ha terminado por acabar con las pocas esperanzas de salvar producciones de cultivos como la patata o la faba, que necesitan agua, pero a las que las inundaciones del terreno perjudican gravemente. Si el verano entra con fuerza y calor, habrá que luchar entonces contra el desarrollo de los hongos que afectan a las plantaciones y que son difíciles de controlar. Los sindicatos agrarios están preocupados por la situación y no descartan solicitar ayudas adicionales.

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