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Unos 300 operarios de auxiliares sufrirán los efectos de la inundación en Arcelor

Los sindicatos calculan que la parada de la acería supondrá una caída del 3% de la producción anual

La acería de Avilés, ayer, desde la carretera de Gijón, a la altura del arroyo Las Llongas. MARA VILLAMUZA

Unos trescientos trabajadores de las empresas auxiliares de Arcelor se verán también afectados por la inundación de la acería LD-III el pasado lunes por las intensas lluvias. Estos empleados se suman a los 550 que Arcelor envió a casa desde el primer día, al suspender su producción por el desbordamiento del arroyo Las Llongas, en Tabaza (Carreño). Los sindicatos de las auxiliares señalan que buena parte de este nuevo grueso de plantilla afectada procederá de la empresa Daorje, que tiene destinados solo a la LD-III y a su parque de chatarra a dos centenares de trabajadores. Tras los trabajadores de esta compañía, vienen otros afectados, como los de Pasek España o los transportistas de una constelación de compañías pequeñas que alimentan la acería con productos férricos y fundentes. Estos se suman a los 550 trabajadores de la gran siderúrgica.

La compañía Arcelor aseguró ayer que "aún no ha activado el expediente de regulación de empleo", pero que no descarta hacerlo en cuanto acaben los cupos de días de vacaciones, cursos de formación, revisiones médicas... Y esto puede suceder antes de que termine la semana.

La previsión más optimista de duración de la parada de la producción de la acería de Avilés es de diez días (desde este pasado lunes y hasta mediados de la semana que viene). Esto supondrá que la instalación (recientemente ampliada) deje de producir el 3 por ciento de su cupo anual (está en algo menos de 4 millones de toneladas de acero al año). Pero esta no es la única pérdida de la catástrofe: en medios sindicales apuntan también el retraso en la entrega de pedidos y otras amortizaciones. La parada también supone el cese de gasto de energía. Es decir, que la compañía no ha cuantificado en dinero qué se perdió bajo el agua.

Los servicios de mantenimiento de Arcelor (incluidos los bomberos) concluyeron ayer las labores de achique de agua en los sótanos. La situación que encontraron fue "espectacular" (los fosos de arrabio tienen una profundidad de una decena de metros y, según fuentes consultadas, llegaron a estar llenos al ras). La memoria de los trabajadores se traslada a las inundaciones de 1979, que entonces afectaron principalmente al departamento de laminación. La causa fue la rotura del canal del Narcea mientras que la de ahora ha sido el desbordamiento del arroyo Las Llongas que corre en paralelo al nacimiento de la ría de Avilés y a la carretera norte de Arcelor, la que bordea, de hecho, la acería. Achacan este incidente a la invasión vegetal del cauce.

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