La Comisión Directiva de Foro, por 21 votos a favor y uno en contra, reunida en un cónclave al que no asistió Cristina Coto, decidió ayer respaldar a los diputados que disienten de las decisiones de la presidenta de la formación sobre la estructura de funcionamiento del grupo parlamentario. La reunión extraordinaria había sido servida para escenificar la disonancia entre la dirección del partido de Álvarez-Cascos y su presidenta y para dejar claro quién apoya quién: el grueso de la dirección con Pedro Leal y Carmen Fernández -los otros dos diputados-; con Coto un voto de 22. La comisión tiene 31 componentes, pero ayer algunos otros además de la presidenta no asistieron y hubo, dijo a su término Leal, "algún voto delegado".

El diputado se esforzó por dejar claro que ayer únicamente se sometió a la consideración de la dirección esa cuestión menor de "índole doméstico" sobre la decisión que Coto adoptó el pasado 25 de mayo para cambiar la retribución y la jornada de una de las trabajadoras del grupo en la Junta, pero acabó pasando revista a otro catálogo de desacuerdos. De esta mudanza aparentemente trivial, que tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA hizo saltar por los aires lo que quedara de la paz en el grupo parlamentario de Foro, discreparon Fernández y Leal, aduciendo que Coto la había adoptado "unilateralmente" y de espaldas a la preceptiva consulta a los órganos del partido. Fue respecto a esta disidencia que ambos recibieron ayer los parabienes de la comisión directiva, colocada en contra de la decisión de su presidenta. Si la semana pasada afirmaron que un hipotético relevo de Coto como portavoz parlamentaria sería un asunto "a valorar", ayer escurrieron ambos la pregunta sobre el futuro inmediato, o sobre lo que ocurrirá ahora si la presidenta no cumple la instrucción aprobada ayer. Si relevo, si expediente disciplinario... "El órgano competente ha hablado", "no contemplamos ese escenario", se limitó a responder Leal.

Al final de la reunión, en la que los asistentes fueron conminados por el secretario general, Francisco Álvarez-Cascos -presidente del cónclave por delegación expresa de Coto-, a dejar sus teléfonos móviles en una caja de plástico para evitar grabaciones o filtraciones, Leal hizo un repaso amplio de las discrepancias que los separan de Coto antes de asegurar que "quien habla de desautorizar" a la presidenta "no somos nosotros". Que ellos sólo conceptúan las acusaciones de su presidenta a Cascos como un "conflicto artificioso" y que lo que está pasando entre ellos y Coto no es más que "una diferencia de criterio que ha sido sometida al órgano competente".

Él se refirió expresamente, sin embargo, a toda una serie de disonancias que insertó en el ámbito de la vida cotidiana del partido. Así contradijo Leal la afirmación de Coto sobre la falta de autonomía que tiene en la presidencia del partido -apuntando directamente a Álvarez-Cascos- y así arguyó que Coto "le dio a Cascos, ante notario, las atribuciones que ella creyó oportuno: ha tenido independencia".

Tampoco es cierto a la vista de Leal que, como sostuvo su presidenta, ella nunca haya tenido que consultar los nombramientos del personal adscrito al grupo parlamentario con nadie más que con Cascos. Es falso, dijo blandiendo un contrato con su firma, "porque a mí se me ha consultado". También discrepan de su presidenta allí donde ella acusó a sus dos compañeros de bancada de estar "instrumentalizados" por Cascos. "No estoy ni me he sentido instrumentalizado", afirmó después de acompañar este inventario de desacuerdos con la convicción de que todo esto es normal -"en otras ocasiones hemos tenido niveles de discrepancia mayores que ahora"- y "dista mucho de ser un cerco, un acoso o un plan hacia ella. Todo lo contrario".

"No es la primera vez"

Aludió al resultado de la votación como prueba de que la fractura no existe. "Si 21 votos a favor y un voto en contra es una brecha abierta...". A la pregunta de si a la vista de ese resultado Coto debería irse, Leal se limitó a repetir que "es una cuestión doméstica" y que "no es la primera vez que se vota en contra de la presidenta o del secretario general en cuestiones de toda índole, incluso políticas".

Tampoco quisieron valorar la ausencia de Coto de la reunión de ayer, antes de la cual la presidenta remitió una carta a Cascos en la que le comunicaba que delegaba en él la presidencia del cónclave y que no acudía para garantizar que sus compañeros pudieran expresarse con libertad y evitar que pudieran sentirse incomodados por su presencia.

Ella fue convocada a la reunión por burofax, un medio que también se utilizará, "como no podía ser de otra manera", según confirmaron ayer Leal y Fernández para comunicar las decisiones adoptadas ayer. Es éste un método que para estas cuestiones se utiliza por primera vez en Foro, según fuentes del partido.