Oficializada la fractura en IU de Asturias, completada la ruptura a cuenta de la negativa de la dirección asturiana a sumarse a la convocatoria nacional de consulta por la confluencia con Podemos lanzada desde Madrid, el siguiente capítulo de la discusión será hoy una visita de intento de apaciguamiento. La llaman "Comisión de Conflictos" y consiste en una reunión que el responsable de organización de IU federal, Ismael González, mantendrá esta tarde en Oviedo con el coordinador de la coalición en Asturias, Ramón Argüelles, entre otros asuntos para transmitir a la organización la garantía de que el domingo habrá urnas para asegurar la votación en la región "ante un posible sabotaje".

Tras la amenaza del martes de intervenir IU de Asturias si su dirección no accede a esa votación presencial, González también tiene previsto remarcar ante Argüelles lo ya dicho sobre la compatibilidad del referéndum nacional con uno propio de Asturias -como pretende la coalición en el Principado- y citará los ejemplos de Galicia y Andalucía, donde ya se están celebrando estos procesos.

Mientras la dirección asturiana mantiene su oposición a que la votación en el proceso nacional sea única para los tres procesos electorales de 2019 -autonómicas, municpales y europeas- y emergen las voces discrepantes también en el Principado, ayer el portavoz del grupo parlamentario, Gaspar Llamazares, entró en el conflicto asegurando que IU federal trata a la federación asturiana "como a la aldea gala". "Estamos entre dictados y plebiscitos para imponer de nuevo la coalición con Podemos que provocará confusión y subordinación", señaló el diputado.

En la misma línea, la concejala del del Ayuntamiento de Gijón Ana Castaño, componente de la comisión colegiada que votó el lunes a favor de un proceso propio de consulta de confluencia, reclamó ayer "respeto a una organización con personalidad jurídica propia y a la capacidad de que sus afiliados puedan tomar decisiones sobre su ámbito competencial concreto".

Mientras, en la guerra de cifras a cuenta de la discrepancia por el volumen del censo de simpatizantes con derecho a voto y de la acusación de la dirección asturiana de una supuesta inscripción anómala de quinientas personas desde Madrid, fuentes de la cúpula federal volvieron ayer a salir al paso de las cifras de IU de Asturias. Según su versión, es cierto que en el proceso de puesta al día del censo se detectaron en Asturias 487 peticiones de personas que habían solicitado ser simpatizantes, pero al emprender un proceso de verificación de identidades, sólo 38 volvieron a manifestar su voluntad de participar en la consulta.