Las quejas sobre lo extenso del temario de la asignatura de Historia de España se hicieron extensibles ayer también entre los alumnos más brillantes de la Evaluación de Bachillerato. Durante los últimos meses se iniciaron varias recogidas de firmas en señal de protesta por la cantidad de materia que se veían obligados a preparar para el acceso a la Universidad.

Lo decían muchos alumnos a las puertas del primero de los exámenes el pasado día 5 para la prueba de este año. "Es un burrada lo que hay que estudiar", coincidieron varios estudiantes de la convocatoria de junio. Ahora el Rectorado se plantea "dar una vuelta" a un temario que arranca en la Prehistoria y llega hasta la transición española. La vicerrectora de Estudiantes, Elisa Miguélez, detalló que si bien tratará de ajustar la materia a las posibilidades del alumnado, no se saldrán de "lo establecido por el Ministerio", en cuanto a los estándares de esta asignatura, ofreciendo "una visión integral" de la Historia de España, "buscando lo más importante".

La ampliación de los contenidos del examen respecto a ejercicios precedentes -desde la Prehistoria a la transición- en la nueva Evaluación de Bachillerato indignó a los alumnos, que se quejaron de que tenían poco margen para estudiar. Reclamaron sin éxito que se redujera materia y fuera similar a la de otras comunidades. Muchos denunciaron que se encontraban en desventaja. "Todos competimos por una plaza en la Universidad, sin embargo las condiciones no son iguales", aseguraron los afectados, quienes veían inviable que mientras en Asturias había 97 estándares, en otras comunidades el número era más reducido.