El Ejecutivo regional ultima la puesta en marcha de dos unidades de valoración forense integral especializadas en violencia machista que mejorarán los sistemas de respuesta y apoyo a las víctimas. Se trata de una de las grandes y continuas reivindicaciones en la lucha contra la violencia machista de la judicatura, fiscalía, abogacía y organizaciones feministas asturianas.

La creación de ambas secciones se concretará mediante una resolución de la Consejería de Presidencia y Participación Ciudadana, que ya cuenta con un borrador al que se incorporarán las sugerencias de otras entidades, según explicó el Gobierno regional en un comunicado. Las unidades estarán adscritas al Instituto de Medicina Legal (Imlas) y se ubicarán en Oviedo y Gijón. En ambos casos, estarán integradas por equipos multidisciplinares de tres personas: un forense, que actuará de coordinador; un psicólogo y una trabajadora social.

Estos recursos constituyen uno de los compromisos asumidos por el Principado en el Pacto contra la Violencia sobre las Mujeres para perfeccionar la atención a las víctimas y a sus hijos.

La Dirección General de Justicia ya ha remitido el borrador de resolución al Instituto de Medicina Legal para que aporten sugerencias. También consultará al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) y a la Fiscalía Superior.

Los objetivos

Según el Principado, "la implantación de ambas unidades permitirá abordar la violencia de género desde una perspectiva global e integradora y lograr avances significativos en los sistemas de respuesta y apoyo a las víctimas y sus familias. Al mismo tiempo, favorecerán las actuaciones que se promuevan desde la Administración de Justicia y los organismos de protección a las personas que sufren maltrato".

Los objetivos de estas unidades ampliamente reclamadas son, por un lado, establecer unos criterios de valoración y diagnóstico periciales ante los casos de maltrato, acoso y agresiones. Y por otro, disponer de una perspectiva global de la realidad de cada víctima y de su entorno, porque según los expertos, el maltrato no se centra en exclusiva en la víctima directa, sino que se hace extensible a los hijos y familia.