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CARLOS GARCÍA-MAURIÑO | Empresario, presidente de Compromiso Asturias XXI

"El talento emigrante es como el big data, o se ordena y se procesa o no sirve para nada"

"Tendríamos que aspirar no tanto al retorno físico como a que el asturiano que se va no pierda el vínculo con su tierra, ésa sería la verdadera tragedia"

Carlos García-Mauriño. MIKI LÓPEZ

Si se van, y no vuelven, "no es tanto por un problema de la región". Están bien formados, tienen un espíritu colectivo emprendedor y en general el asturiano "trabaja mucho, no le importa asumir retos y muchos se encuentran con que fuera les va bien". Carlos García-Mauriño, ovetense, abogado reconvertido en empresario, residente en Madrid y fundador y presidente de Asefarma, una firma de asesoría especializada en farmacias con 24 años de vida, también participó en la fundación y preside Compromiso Asturias XXI, plataforma de profesionales asturianos residentes fuera de la región que conmemora su décimo aniversario haciendo proselitismo del retorno del talento. Su versión del regreso emigrante remarca mucho eso del talento, recela del regreso físico y arrastra tras de sí el matiz de la vuelta de las capacidades, de la necesidad de tener organizada la diáspora, de ponerle nombres y apellidos y de conocer sus puntos fuertes para saber "cómo puede cada uno ayudar a Asturias". Mañana, en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, Compromiso XXI festeja sus diez años con una intensa jornada de debate que rompe el hielo con una mesa titulada muy significativamente "Retorno y retención del talento en los territorios".

- ¿Es así como lo habían imaginado?

-Hemos tratado de centrar el trabajo en tres áreas, en los jóvenes, en nuestra dimensión de "think tank" o motor de ideas para Asturias y en el retorno del talento. Con el tiempo, hemos creado también una cuarta pata, la de nuestra colaboración en la internacionalización de empresas asturianas. La de los jóvenes, y nuestro programa de mentores, es una de las grandes satisfacciones. Cada tres meses ponemos a tres chavales en contacto con asturianos seniors que están fuera y les orientan sobre cómo buscar trabajo, cómo enfocar su profesión? Tiene una tasa de éxito grandísima, tengo muchos testimonios en los que te agradecen haberles cambiado la vida. Mañana, la jornada de debate del décimo aniversario nos servirá además para profundizar en nuestra labor de "think tank" elaborando un nuevo documento, "Asturias 2030", en el que trataremos asuntos como el retorno del talento, el problema demográfico, el área central o cómo situar a Asturias en el centro del progreso para reforzar sus puntos fuertes.

- ¿Qué aspecto tiene su balance?

-Compromiso Asturias XXI es más necesaria que nunca. Su razón de ser es la convicción de que la unión de los de fuera con los de dentro es lo que nos hace fuertes. No venimos a pontificar, sino a sumar. Y después de diez años, el balance es agridulce. Hemos ido evolucionando hacia un momento de madurez con proyectos que funcionan bien, pero lo que tal vez nos falta es la financiación o el apoyo del Principado. No es que hasta ahora nos haya faltado, tampoco se lo hemos pedido. Pero ahora que se va superando la crisis, tal vez sea el momento de volver a trabajar con la administración.

- Quieren ser motor de ideas de progreso. ¿Diría que les han hecho caso?

-No venimos a pontificar ni a dar lecciones. Damos ideas que están funcionando fuera, y algunas además de a la sociedad civil han llegado a algunos programas políticos, pero al final se trata de sembrar a largo plazo, de traer ideas frescas y abrir debates, de juntar a la gente de aquí con la de fuera? Cuando hicimos el documento de buenas prácticas para Asturias juntamos a todos los alcaldes, algo que nunca se había hecho, y a todos los presidentes de colegios profesionales?

- ¿Ha costado quitarse de encima el sambenito del que viene de fuera a decir lo que hay que hacer?

-Al principio había tal vez cierta desconfianza, ahora el que nos conoce ya sabe que no venimos a dar lecciones, estamos muy reconocidos y aceptados. Aun así, tenemos que andar con pies de plomo para intentar no ser mal entendidos.

- ¿Nos aprovecha el valor del talento de la diáspora?

-Queda muchísimo por hacer, por eso digo que Compromiso Asturias XXI es absolutamente necesaria. También la administración se va dando cuenta de ello y la nueva ley de asturianía recoge ciertas herramientas para conseguirlo. No está pensada ya exclusivamente para los centros asturianos, o para prestar ayuda a los que están fuera. Habla de las entidades de apoyo, de la elaboración de un censo de asturianos en el exterior? Estamos en el inicio, y el potencial es enorme.

- Ha habido programas de incentivo del retorno del talento. ¿Tienen sentido?

-Tal y como están enfocados, es difícil. Se basan en el regreso físico o en que la vuelta se dirija a puestos que no tengan aquí personas de perfil similar que los puedan ocupar, y están sujetos a una serie de condicionantes que los hacen poco eficaces. Entendemos que el retorno físico sería lo mejor, pero habría que aspirar no tanto a eso como a que el asturiano que se ha ido no se desvincule de su región. Nosotros optaríamos más por plataformas online donde poner en comunicación a los emigrados con las empresas asturianas y con la sociedad para facilitar el contacto y el centrarnos en el retorno del talento. El talento emigrante hay que ordenarlo. Es como el big data, si no hay manera de procesar esa información y hacerla entendible no sirve para nada.

- Hicieron hace algunos años una prospección de las fuerzas y las flaquezas de Asturias. ¿Siguen siendo las mismas?

-Las debilidades permanecen. Hay una evolución positiva, porque creo que Asturias en redes ha mejorado bastante, el turismo se está trabajando mejor. Falta el inglés y poder vendernos mejor fuera, pero se ve un esfuerzo.

- ¿Seguimos sin saber vendernos?

-También va mejorando en esa línea, pero nos falta mucho para vendernos bien. Se dan pasos adelante en algunos sentidos y ahí los asturianos de fuera podríamos ayudar. A veces, la Administración tiene mucha tendencia a trabajar por sí misma y a no contar con la sociedad civil.

- ¿Y perdidos en batallitas estériles?

-Eso es tal vez consustancial con nuestro carácter. Pero la ventaja del que está fuera es que ve la región con mejor perspectiva. Yo soy del Oviedo desde pequeño, pero desde el exterior veo al Sporting de otra manera. Esa visión de conjunto sólo la tienes desde fuera, y eso es lo que hace que el debate se enriquezca?Respecto al área metropolitana, cualquiera que la mire desde fuera se dará cuenta de que tiene ventajas claras. Parece que desde dentro luego es difícil. Igual que tener tres cámaras de comercio a 30 kilómetros?Es complicado. Esos localismos los tenemos, y a veces sirven para que nos fijemos en los problemas más cercanos, pero la altitud de miras también es necesaria. La verdadera tragedia sería perder el contacto con los que se han ido y su talento.

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