A las doce y siete minutos de la mañana de ayer se despidió una de las primaveras más lluviosas y frías en la historia reciente de Asturias. En concreto, la cuarta más lluviosa desde 1981. En marzo llovió a mansalva hasta convertir el mes en el segundo más húmedo en casi cuarenta años en la región. Como anécdota: en los 92 días de la primavera climatológica (marzo, abril y mayo), llovió en Oviedo un total de 67 días. No se había dado un dato igual desde 1972.

El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel J. Gómez Peláez, ofreció ayer el resumen de tres meses atípicos, en los que se llegó a una temperatura mínima de 10,3 grados bajo cero, en Pajares; y hubo jornadas lluviosas para el recuerdo, con un récord difícilmente superable, los 80 litros por metro cuadrado registrados en una sola jornada, la del 25 de marzo, en Piloña.

El mapa primaveral asturiano de temperaturas deja solo dos zonas con parámetros normales. Una comprende el área de las tres grandes ciudades, Oviedo, Gijón y Avilés, y la otra una porción de la costa occidental astur.

Lo demás, en azul, color que indica temperaturas medias más frías de lo habitual, con alguna excepción con termómetros aún más bajos. Por ejemplo, en toda la franja fronteriza con Galicia, o en distintos puntos de la Cordillera. O, lo que es más extraño, en un área alrededor del concejo de Caravia.

Y tras esa primavera húmeda, fría y ventosa (fueron varios los días en los que se superaron los 110 kilómetros por hora), la Aemet aporta pocos datos sobre el verano recién iniciado y que climatológicamente hablando corresponde a los meses de junio, julio y agosto. "No sabemos cómo va a ser el verano en Asturias", reconoció Ángel Gómez, "porque no hemos encontrado información significativa".

Eso se traduce en que, como siempre, habrá un poco de todo. Como botón de muestra, lo que nos espera los próximos días. Veranín durante mañana y pasado, y nubes y lluvias débiles en la próxima semana. Las estadísticas dicen que julio es el mes del año en que menos llueve en el Principado, por debajo de los 50 litros por metro cuadrado, aunque aquí influyen las zonas.

La primavera 2018 será recordada en Asturias por cuatro nombres, los de las tormentas profundas que nos "visitaron": Emma, Félix, Gisele y Hugo. Las cuatro tuvieron mucho que ver con los 1.888 rayos registrados en estos tres meses (en un solo día, el 24 de mayo, se detectaron 643).

La temperatura máxima de la primavera fue de 28,5 grados en el concejo de Lena, mientras que la racha máxima de viento fue de 135 kilómetros por hora en el Cabo Busto. La primavera más lluviosa en Asturias en lo que va de siglo fue la de 2008.