Ver un oso ha dejado de ser una casualidad para convertirse en una realidad. Lo que parecía impensable hace unos años en Asturias es hoy uno de los reclamos turísticos que más atraen a todos aquellos que se acercan a visitar Asturias y más concretamente al concejo de Somiedo, donde los osos pardos cantábricos se dejan ver, fotografiar y grabar, mostrando estampas muy tiernas que son, además, la prueba irrefutable de la recuperación de la especie en la cornisa cantábrica.
Uno de los que saben bien dónde se mueven los osos, como somedano que es, es el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, que hace unos días acompañó a unos amigos a dar un paseo por su concejo y les llevó hasta los osos. Deseo cumplido. Con buen olfato "somedano", Feito eligió las cercanías de la localidad de Valle de Lago para garantizar su suerte, sabedor de que es precisamente en las inmediaciones de este pueblo donde los osos suelen salir a merodear en busca de alimento. Pero encima, ese día hubo más suerte de la habitual, y si lo normal es ver uno o dos osos, Feito se encontró con cinco. "La verdad es que tuvimos suerte, primero avistamos una madre con sus dos esbardos que habían nacido este mismo año, y después otros dos osos ya más grandes", explica el presidente de FADE. Es cierto que para él "no es algo nuevo, porque yo nací aquí, pero mis colegas quedaron maravillados. Querían ver osos y nos encontramos con cinco".
En las imágenes, a las que ha tenido acceso este periódico, se puede ver a dos esbardos jugueteando con su madre y mordisqueando la verde hierba que, gracias a las lluvias de los últimos meses, aún se mantiene jugosa y de lo más frondosa en Asturias. Después, en una zona ya más agreste, también pudo Feito hacer un vídeo y fotografías de otros dos osos, esta vez ya adultos, que también buscaban alimento. Hay que reponerse de los meses de hibernación.
Tal es el filón del avistamiento de osos en Somiedo que el Principado de Asturias, en colaboración con el alcalde del municipio somedano, Belarmino Fernández Fervienza, está elaborando un plan de avistamiento para regular estas actividades. Lo que se persigue es que todos aquellos que visiten Somiedo puedan probar suerte y ver los osos desde los puntos que se habilitarán para ello y que ofrecerán las condiciones de seguridad necesarias para que el turista esté seguro y que, también, no se moleste al oso.
Cifra récord
Asturias se ha convertido en el principal refugio del oso en la Península. Se calcula que de los trescientos ejemplares que habitan ahora distribuidos en la Península, unos 250 están en la cordillera Cantábrica y el resto en Pirineos. Pero además hay que diferenciar estas poblaciones, ya que mientras que los plantígrados asentados en la cordillera Cantábrica son puros, ya no ha habido aportación genética alguna del exterior, en los Pirineos sólo queda un ejemplar con carga genética autóctona y sólo al cincuenta por ciento: "Canelito", hijo de la última hembra autóctona pirenaica y de un macho reintroducido, procedente de Eslovenia. "Canelito" es, por lo tanto, "el único oso vivo en los Pirineos que conserva los genes de la población original", según los datos de la Fundación Oso Pardo (FOP).
Según el último censo llevado a cabo de la población de osos en la cordillera Cantábrica, se contabilizaron 250 osos en esta zona, de los cuales 40 eran osas con 67 crías, distribuidos en las dos subpoblaciones existentes (oriental y occidental). Estos números suponen una cifra récord desde que comenzasen las labores de recuperación de oso pardo cantábrico hace ya casi treinta años. La mayoría de los ejemplares de la subpoblación occidental fueron avistados en Asturias.
En Somiedo cada día resulta cada vez más sencillo ver un oso. Una imagen difícil de olvidar.
