El senador socialista por Asturias, Vicente Alvarez Areces, aseguró, ayer miércoles en el Senado, que “la despoblación no es un sinónimo de abandono” y abogó por que “tenemos que adoptar una serie de medidas ajustadas a lo específico, que es un concepto asimétrico, porque la España diversa que vivimos es absolutamente heterogénea, en cuanto a situaciones particulares, a la historia, a la procedencia y en el origen de los problemas”.

Alvarez Areces aprovechó la comparecencia del profesor titular del Departamento de Estructura e Historia Económica y Economía Pública de la Universidad de Zaragoza, Luis Antonio Sáez Pérez, en la Comisión Especial sobre la evolución demográfica en España, comisión de la que es el viceportavoz socialista, para recordar que en España, de acuerdo con los objetivos de la Unión Europea, hay un compromiso para elaborar “una gran estrategia sobre el reto demográfico”, que deberá estar articulada “en una serie de ejes y de compromisos” que deben ser ejecutados para las distintas administraciones públicas, en un país muy descentralizado en todos los ámbitos, y cofinanciada, “evidentemente, por todos esos ámbitos, cada uno proporcionalmente a sus posibilidades”, remitiéndose al documento de trabajo aportado por el Grupo Parlamentario Socialista en el Senado que establece 10 ejes de actuación en materia de natalidad, política migratoria, envejecimiento, políticas de familia, equilibrio territorial y otros transversales sobre vivienda, dinamización económica y empleo, infraestructuras TIC y servicios públicos.

Así, hizo hincapié en que en cada territorio, “cuyos núcleos en España son las comunidades autónomas porque tienen poderes y competencias para hacerlo”, con el apoyo imprescindible de las entidades locales, deberían hacerse planes demográficos específicos, “escuchando a todos los núcleos, hasta el último escalón”, para perfilarlos y llegar a los objetivos, “sugiriendo lo que se llama el tejido fino de relaciones, donde tenemos un gran capital”.

Para el senador del PSOE, “es verdad que la España vacía, esa España que se va despoblando, al final, parece un discurso derrotista al que no podemos hacer frente, cuando es justo lo contrario, es un fenómeno nuevo, del mundo actual, pero tenemos enormes recursos que antes no teníamos”. “Tenemos diversas redes construidas, entre ellas, las educativas, las sanitarias, las sociales y culturales que debemos optimizar, apoyándonos en un tejido asociativo muy diverso para dar vida y articular esta situación”, precisó.

Alvarez Areces puso el acento en que el reto demográfico, “ese cambio demográfico al que asistimos en España, como en el resto de Europa”, se compone, básicamente, de tres grandes procesos: “un progresivo envejecimiento de la población, unido al aumento de la esperanza de vida; un fuerte descenso de las tasas de natalidad y del índice de fecundidad; y también una incertidumbre, que debemos definir muy bien, respecto a las migraciones, y que no es posible prever su evolución en el conjunto de todo el territorio, pero que tenemos que saber que dichas migraciones forman parte de la solución no del problema, y que debemos utilizarlas como una herramienta positiva”.

En ese sentido, recalcó que “una de las grandes claves” es la adaptación al cambio demográfico, su gestión, la planificación de los servicios y equipamientos, y la movilidad, en los pequeños pueblos, en los pequeños núcleos de población. “En España, si uno examina los problemas que el mundo actual nos depara mediante los programas Hábitat, eso que llaman proceso de urbanización creciente, también tenemos que atender el reto del despoblamiento en el mundo rural, en el que hay una gran riqueza. Son los pequeños pueblos y villas de esta inmensa geografía española que están perdiendo población y que tenemos que revitalizar, y para ello uno de los mejores instrumentos es dotar de recursos y creatividad al municipalismo y a las entidades locales que son las que articulan la convivencia en esos territorios”, reivindicó.

Por todo ello, el senador del PSOE abogó por que hay que definir y ajustar en cada territorio, -como Aragón, Asturias, en Galicia, en Castilla y León, y en el resto de comunidades autónomas- planes demográficos y territoriales específicos, que se ajusten a una Estrategia Nacional demográfica y que utilicen a fondos los recursos europeos para provocar una respuesta eficaz y articulada a este enorme

reto.

“Tiempo y prudencia”

Alvarez Areces también intervino durante la comparecencia de la presidenta de la Diputación Provincial de Palencia y vicepresidenta de la Asociación de Municipios de Montaña, Maria Angeles Armisén, para poner de manifiesto que la solidaridad entre territorios “es un concepto que está en toda acción política”, y “lo mismo que lo reivindicamos en lo grande hay que reivindicarlo en lo pequeño”. “La cohesión territorial

es la solidaridad, en Europa, en España, y dentro de España entre los territorios grandes y pequeños, y dentro de un mismo territorio, una misma comunidad, entre las zonas más prósperas y las menos prósperas. Por tanto hay que tener en cuenta las variables de dispersión y envejecimiento poblacional en el coste de los servicios públicos y en su financiación, y eso también tiene que ver con el reto demográfico”, enfatizó.

El senador por Asturias también aprovechó la ocasión que le brindaba este debate para resaltar que “en esta España diversa”, hay comunidades autónomas con problemas “coincidentes”, como es el caso de Asturias , Castilla y León, Aragón y otras comunidades autónomas, en relación con el tema minero y energético, al existir un considerable número de centrales térmicas “Quizá la gente desconoce la tradición minera de la provincia de Palencia, una tradición fortísima en algunas comunidades, en algunos pueblos, que actualmente están perdiendo población pero donde su principal fuente de empleo sigue siendo la relacionada con el sector ¡ energético”, señaló Alvarez Areces antes de añadir que “compartimos el objetivo europeo de incrementar el porcentaje de renovables hasta el 32% en 2030, pero hay que tener en cuenta que Europa todavía no tiene un mercado energético integrado y que eso son objetivos globales, pero no de cada país, que tiene que adaptarse a sus condiciones específicas”.

Además, hizo hincapié en la importancia que tiene “no solo el carbón autóctono”, sino “la energía y el sector industrial” y advirtió de que España es un país muy dependiente de energía, “tiene muy pocas interconexiones y las centrales térmicas todavía tienen un porcentaje fundamental en el mix energético”. “Seguro que todos compartimos la idea de cumplir con el objetivo de luchar contra el cambio climático, los

objetivos de la Cumbre de París”, añadió.

El senador asturiano concluyó su intervención reclamando “tiempo y prudencia” en relación con el cierre de las centrales térmicas. “No todo puede ser hecho al mismo tiempo y, desde luego, el desmantelamiento prematuro de algunas de estas centrales que existen en el conjunto del país, de las cuales hay en Asturias un número importante y también en la provincia de Palencia, cerca de Guardo, otras en Castilla y León, en

Aragón, en Galicia y en otros lugares, es un elemento de prudencia política. No podemos ir demasiado rápido porque podría provocar efectos nocivos, no solo en esas poblaciones y comarcas sino en el conjunto del territorio, en el sector industrial y en los intereses generales de España”, zanjó.