El exsindicalista José Ángel Fernández Villa ha sido trasladado a las 22.30 horas en ambulancia a los servicios de urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) después de sufrir una indisposición en su domicilio, situado en la calle Pravia en el barrio ovetense de Florida. La mujer del que fuera líder minero, María Jesús Iglesias, ha precisado que su marido se encontraba mal y que por eso han decidido llamar inmediatamente a la ambulancia. Testigos presenciales aseguran que Fernández Villa se encontraba en estado catatónico.

Según ha podido saber este periódico, la familia hizo una llamada a emergencias al encontrarse indispuesto el exsindicalista, que está siendo juzgado estos días en la sección tercera de la Audiencia Provincial. A Fernández Villa se le acusa de apropiación indebida de fondos del SOMA, el sindicato minero que gobernó con brazo de hierro durante 34 años. El lunes está llamado a declarar de nuevo a la Audiencia Provincial, siempre y cuando se encuentre en condiciones físicas de hacerlo.

Una ambulancia acudió a la casa de Fernández Villa y la abandono al filo de las diez y media para trasladarle al HUCA, donde está siendo evaluado en estos momentos por los servicios de Urgencias.

El de Fernández Villa se ha convertido en uno de los mayores casos de corrupción de los últimos años en el Principado. Poco a poco han ido cayendo muchos de sus colaboradores. Y es que hace más de un año y más de dos años y medio después de iniciar la investigación, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil puso en marcha la Operación Hulla, que incluía registros en Asturias, Madrid, Murcia y Valladolid y la citación como investigado de Fernández Villa y de varios de sus familiares.

Además, se llevaron a cabo cuatro detenciones entre las que estaba la de uno de los hombres de confianza de Fernández Villa a lo largo de sus 35 años al frente del sindicato minero del SOMA-UGT, José Antonio Postigo, detenido en Murcia, y que hasta 2014 presidió el Montepío de la Minería Asturiana. Postigo es otro de los que estos días está siendo juzgado y uno de los pocos que aún se mantienen fieles a Villa.

El juicio empezó el miércoles y hoy se ha celebrado la tercera sesión del mismo. Hasta el último momento, Fernández Villa intentó eludir el juicio aduciendo sus problemas de salud y padecer una "enfermedad mental sobrevenida".

El segundo día, ayer, el sindicalista justificó su actuación con la excusa de que se quedó con dinero "igual que todos los demás".