El Gobierno de Asturias ha respondido al llamamiento de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y acaba de aprobar una ayuda de emergencia por importe de 70.000 euros para atender necesidades básicas y urgentes de la población de la franja de Gaza.

Esta subvención atiende a la grave situación que atraviesa la población palestina, donde miles de personas se encuentran desprotegidas, con riesgo para sus vidas y en pobreza extrema, informa el Gobierno asturiano.

Los fondos del Principado irán dirigidos a la compra y distribución de alimentos de primera necesidad a cerca de 3.700 personas.

El 40% de las personas viven por debajo del umbral de pobreza al disponer de menos de 2 dólares diarios, el 39% vive en situación de inseguridad alimentaria y la tasa de desempleo supera el 46%. Esta ayuda de emergencia es el segundo proyecto aprobado este mes por el Gobierno de Asturias para los refugiados palestinos, ya que a principios de junio se autorizó la renovación del convenio con el Comité Español de Alto Comisionado de Naciones Unidas por importe de 61.000 euros, destinado al acceso de mujeres de la franja de Gaza a servicios adecuados y de calidad en materia de salud materno-infantil.

El Gobierno de Asturias colabora desde 2011 con esta agencia de la ONU en programas de atención a personas refugiadas palestinas, al ser la entidad humanitaria de referencia en materia de cooperación al desarrollo en la zona.

Por otro lado, en cumplimiento del compromiso del Principado con el apoyo a proyectos de ayuda humanitaria, también se ha autorizado la renovación del convenio de colaboración con el Comité Español de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) para el desarrollo de un programa de actuación con refugiados en el sur del Chad, concretamente en los campos de Amboko, Doholo, Dosseye, Gondje, Belom y Moyo.

Este convenio, dotado con 175.000 euros, tiene como objetivo facilitar el acceso regular a una asistencia sanitaria adecuada y de calidad, centrada en proporcionar servicios básicos de salud primaria, mental y psicosocial, tanto preventivos como curativos.

ACNUR se encargará de atender periódicamente a las poblaciones de los seis campos de refugiados a través de equipos médicos, distribuirá los medicamentos necesarios y se ocupará del seguimiento y chequeo de los pacientes en materia de VIH y de la sensibilización sobre esta enfermedad para tratar de mejorar los niveles de contagio a largo plazo.

Este proyecto contribuirá al descenso de los índices de morbilidad entre la población refugiada, sobre todo entre menores de 5 años, mediante de la detección temprana y la prescripción farmacológica.