La dirección de IU de Asturias celebra como un indicio de "salud interna" la movilización de la militancia en el referéndum del jueves sobre la confluencia con Podemos, rechazada masivamente en la consulta con la participación más alta de las organizadas por la coalición. Los votos del 54 por ciento de los militantes censados superan al 47 del techo más alto consignado hasta ahora -el de las últimas primarias para decidir el candidato autonómico- y la cúpula de la organización lo festeja enviando un mensaje exculpatorio frente a las acusaciones de cierta mediatización del proceso que recibió de parte del sector más afín al acercamiento a Podemos. "No hay dirección política que pueda determinar una salida a votar como ésta", aseguró ayer el secretario de organización, Alejandro Suárez. "Eso es que la gente quiere expresar algo que lleva dentro. Hay algo emocional", concluye.

A la dirección le salió la participación y le agrada el resultado, con el 86 por ciento en contra de concurrir en coalición con Podemos a las autonómicas de 2019, a favor pues de la opción que defendía la cúpula directiva del partido en Asturias tras su agria controversia con la dirección federal a cuenta de la celebración de este referéndum autonómico. Si no hay modo de determinar la participación desde la dirección, "otra cuestión es que hayamos sabido interpretar por dónde quería ir esta organización", concluye Suárez, sacando pecho. Los estatutos de la organización determinan que superado el cincuenta por ciento del censo el resultado es vinculante, por eso ahora en IU de Asturias "tomamos nota" de la estrategia.

Entiende el secretario de organización que conviene desligar el resultado de la polémica, aventura que el nivel de rechazo a la coalición habría sido similar de no haber existido el enfrentamiento con la dirección federal y llama a superar todos los "subproductos de aquella polémica", incluidos los ataques y las peticiones de dimisión que personalmente ha recibido desde dentro de la organización. El desencuentro con Madrid fue "duro y notorio", afirma, "pero las causas que la motivaron tenían fácil solución, que la gente votara. Donde hay un problema político, las urnas los solucionan".

En el otro lado de la confluencia, mientras tanto, la dirección asturiana de Podemos no se baja del "respeto a las decisiones que ha ido tomando la militancia de IU" cuando la pregunta es por la más que probable falta de entusiasmo recíproco que la formación morada mantiene ante los procesos de confluencia con IU. El secretario general de Podemos en Asturias, Daniel Ripa, no abandona el guión de la no injerencia y la mano tendida. "Lo que hemos aprendido en estos años", afirma, "nos dice que las bases para construir una relación honesta están en entender que tenemos que respetarnos mutuamente", lo que no obstaculiza la disposición a la colaboración poselectoral con la que de palabra también le corresponde IU. Para Ripa, después del respeto y de la valoración "positiva" de que haya procesos internos libres en los que se toman decisiones respecto a Podemos viene la "determinación de seguir trabajando de forma conjunta y poniendo el interés de los asturianos por delante. Les hemos tendido la mano, porque lo que nos une es muchísimo, y se la vamos a seguir tendiendo. Esa voluntad sigue más firme que nunca encima de la mesa y estamos convencidos de que IU la comparte", concluye.

No les parece ni bien ni mal, "no está en nuestra mano, lo que sí depende de nosotros es que trabajemos cada vez más juntos para que Asturias cambie".