El doctor Ignacio Melero Bermejo, de la Clínica Universidad de Navarra, afirma que tiene la suerte de trabajar en dos ámbitos diferenciados y, al mismo tiempo conectados entre sí: "Por la mañana soy médico de pacientes; por la tarde, médico de ratones". Por eso, sueña con que un día construyan un puente entre esos dos edificios. No es ningún un empeño personal sino una metáfora de lo que debe la "investigación transaccional", que es la que realizan "quienes no somos buenos ni en el laboratorio ni en la clínica pero nos tienen que soportar por traducir la Ciencia en aplicaciones clínicas". Ayer habló sobre "Inmunoterapia del cáncer: ¿dónde estamos y a dónde queremos llegar?" en Oviedo, en una actividad organizada por el Instituto Universitario de Oncología del Principado (IUOPA).

Durante su disertación, el doctor Melero señaló que el sistema inmunológico es el responsable de realizar la vigilancia necesaria para que no aparezca el cáncer aunque, en ocasiones, "siempre aparece un mecanismo biológico que nos vuelve locos", aseveró. El investigador del departamento de Inmunología de la Clínica Universidad de Navarra repasó algunos de los mecanismos que son capaces de actuar a través de "una compleja jerarquía" para intervenir sobre la respuesta inmunitaria del organismo.

Melero se refirió a algunas de las últimas terapias en marcha para el tratamiento de melanomas, cánceres de vejiga, o de pulmón, donde los pacientes respondieron "extraordinariamente" a los inhibidores denominados PD1/PDL1, que representan únicamente la primera oleada de fármacos de esta nueva generación de inmunoterápicos, en la que se irán incorporando muchos otros compuestos, según anunció durante su intervención. La industria farmacéutica, continuó diciendo, ha desarrollado agentes que permiten pisar el freno en el desarrollo de los tumores o el acelerador de la lucha contra los agentes cancerígenos. "Los tumores pueden acumular muchas mutaciones. El que gana a todos es el melanoma", remarcó el investigador de la Clínica Universidad de Navarra. No obstante, los investigadores han podido constatar que, a mayor mutación de un tumor, mejor respuesta ofrecen a nuevos tratamientos.

En el contexto actual, el doctor Melero es partidario de acudir a una combinación de técnicas para atajar el cáncer y para explicarlo acudió a un símil visual: "Si uno quiere limpiar el mar de peces, lo mejor es utilizar muchos mecanismos al mismo tiempo". A futuro, el investigador de la Clínica de Navarra apuntó también a las oportunidades que ofrece que "algunos tumores se conviertan en una vacuna en sí mismos". Eso sí, aclaró que por delante queda un camino para hallar los biomarcadores que permitan concretar si se avanza en la dirección correcta.

Ignacio Melero concluyó su intervención desmontando algunos mitos sobre la Ciencia: "Los mejores experimentos del mundo son aquellos en los que no hay que hacer estadística".