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Los retos de la judicatura

La justicia asturiana, atascada por un mapa judicial que no cambió en 200 años

Los profesionales urgen una reforma ya que la división en 18 partidos es "excesiva" y mantenerla genera grandes diferencias de carga de trabajo

La justicia asturiana, atascada por un mapa judicial que no cambió en 200 años

En 1834, es decir, hace 184 años, el mapa de partidos judiciales en Asturias se parecía mucho al actual. Doce de los 18 partidos judiciales actuales ya estaban vigentes y a lo largo de casi dos siglos tan solo seis -y a tenor de la lista, por razones obvias- se sumaron a esa planta judicial en el Principado: Mieres, Langreo, Grado, Siero, Castropol y Tineo.

Asturias necesita cuanto antes una modificación de su "mapa de Juzgados" pero no es la comunidad autónoma quien puede decidirla. Esos cambios para adecuar la planta judicial a las nuevas realidades sociales y hasta geográficas de la región se han convertido en una reivindicación recurrente en las memorias anuales del Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias (TSJA).

En palabras recientes del magistrado Ignacio Vidau, presidente de dicho tribunal, "hay que insistir en la necesidad de abordar de una vez la modificación de la actual demarcación judicial, imprescindible para conseguir un mejor aprovechamiento de los escasos recursos personales y materiales actualmente disponibles".

Asturias, por ejemplo, mantiene dos Juzgados en Grado, con una carga de trabajo más que razonable (como debe ser, por otra parte). Hace un siglo tendría sentido, ahora quizá no tanto, a quince minutos por autovía de Oviedo. Pero también muy cerca de Grado está Pravia, con un Juzgado saturado, que comprende los territorios de Muros, Soto del Barco o Cudillero y, sin duda, heredero del viejo ordenamiento municipal con aquel macroconcejo praviano que comprendía toda esa área. Cambió el mapa municipal asturiano más que el judicial y eso ha creado descompensaciones.

Al límite

"Varios órganos judiciales [de Asturias] están rindiendo al máximo de sus posibilidades", reconoce la memoria judicial de 2017. Y conviene recordar que siguen incrementándose el número de asuntos en la jurisdicción civil, en los Juzgados de lo contencioso administrativo y en los Juzgados de lo social.

Ribadesella no es partido judicial, y podría serlo. Sus asuntos acaban en el Juzgado de Cangas de Onís, donde en verano hay colas (y no solo es una metáfora). Entre Castropol y Luarca hay 47 kilómetros por autopista, pero ambos Juzgados tienen cargas distintas de trabajo.

Casi todo el mundo judicial asturiano coincide en calificar de "excesivo" el número de partidos judiciales. Fue precisamente en 1834 cuando se decidió la primera división "moderna" del mapa judicial español. Un mapa que es preciso replantearse cuanto antes. Ya no solo porque las comunicaciones han acercado sedes, sino porque muchas de las gestiones ya se pueden realizar por medios telemáticos.

La configuración del mapa judicial asturiano viene originariamente de la época inmediatamente posterior a las Cortes de Cádiz (en 1813) y ha tenido su último gran capítulo legislativo con la Ley de Demarcación y Planta Judicial, de 1988. En 1813 Asturias tenía cinco partidos judiciales, Oviedo, Avilés, Piloña, Cangas de Tineo (la actual Cangas del Narcea) y Valdés. Los cinco siguen ahí. Ente las sedes judiciales adscritas (cada partido judicial tenía dos o tres) estaban además Mieres, Cangas de Onís, Infiesto, Gijón, Pola de Siero, Tineo y Grado... Poco ha cambiado toto en más de dos siglos.

Asturias cuenta, además de las salas de lo civil, penal, contencioso administrativo y social del TSJA, y de las ocho secciones de la Audiencia Provincial, con alrededor de un centenar de Juzgados. El grueso de la maquinaria se lo llevan los Juzgados de primera instancia e instrucción, con 61 sedes. Hay trece jugados de lo social y una decena de Juzgados de lo penal, entre otros.

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