Pablo Casado, candidato a liderar la presidencia del Partido Popular, acudió ayer a la sede municipal de su partido en Gijón, la primera parada de una frenética jornada de campaña que le haría pasar después por Santander, Burgos y Valladolid. Su llegada a la región coincidió con el inicio de la macrooperación policial en los ayuntamientos de buena parte de España -también el de Oviedo- por posibles irregularidades en la contratación de servicios para la regulación del tráfico, lo que hizo que el palentino comenzase su intervención en Asturias desmarcándose frontalmente de cualquiera de estos casos: "Mi candidatura es la de la regeneración. Para que el Partido Popular vuelva a ganar las elecciones es necesario que algo cambie y desde mi proyecto, si gano, seré implacable contra la lacra de la corrupción".

El popular también quiso dar su opinión sobre la otra noticia de la semana: el acercamiento a prisiones catalanas de Oriol Junqueras y otros cinco encarcelados por el "procés". Además de manifestarse "completamente en contra" de lo que él considera una "contrapartida de Sánchez a los independentistas por su apoyo a una moción de censura vergonzosa", Casado considera que este tipo de "concesiones" amenazan con "romper la unidad de España". "Por eso estoy también en contra de que a los batasunos se les ofrezca el acercamiento de etarras y que a los podemitas se les ceda la televisión pública como si fuese su cortijo", aseguró. Antes de comparecer ante los medios el candidato había reflexionado ya sobre esta idea con sus militantes, con los que reconoció estar también en contra de las leyes sobre memoria histórica y la eutanasia -que amenazan, según el candidato, el "consenso de la sociedad"- y contra el acercamiento de presos etarras: "No me dan pena los familiares de los asesinos de ETA; me dan pena las familias de sus víctimas, que también tuvieron que cambiar sus tumbas de ciudad para evitar burlas y pintadas".

Asturias, por su parte, es en la mente de Casado "una región que tiene de todo y la que sólo le falta contar con un buen Gobierno". Defendió, entonces, que su esencia de "palentino y provinciano" le tiene acostumbrado " a tener que pelear cada voto de pueblo en pueblo". "Por eso puedo asegurar que, pase lo que pase, gane o pierda en el congreso, siempre voy a estar con Asturias". El candidato, por último, incidió en la necesidad de "renovar" un partido "dañado por la crisis" y en la de llamar la atención de los más jóvenes. "Menos del 5 por ciento de votantes de menos de 25 años son del PP. Es un dato muy preocupante para el futuro", reconoció.