Uno de los grandes temas de conversación en los ascensores está en marcha. La Comisión Europea ha puesto en marcha una consulta pública para que la ciudadanía pueda pronunciarse sobre la continuidad del cambio horario que en los meses de marzo y octubre tiene lugar en todos los países miembros de la UE, y estudiará el resultado para evaluar una posible modificación de la normativa comunitaria que regula este cambio.

"Hay dos posibilidades: mantener el sistema actual sin cambios o abolirlo para toda la UE", ha asegurado en rueda de prensa el portavoz comunitario, Enrico Brivio. "Éstas son las dos posibilidades, ya que no sería recomendable tener una situación no homogénea (en la que algunos países tomen decisiones unilaterales) para el funcionamiento del mercado único", ha recordado.

La consulta pública lanzada por Bruselas consiste en un cuestionario on line, disponible en todas las lenguas oficiales de la UE, que estará disponible para su cumplimentación hasta el próximo 16 de agosto. La Comisión ha hecho un llamamiento para que "todos los ciudadanos que lo deseen puedan dar su opinión" sobre esta cuestión.

El físico de la Universidad de Sevilla José María Martín Olalla y el catedrático del departamento de Física Aplicada de Santiago de Compostela Jorge Mira han defendido mantener la normativa que regula el cambio horario en toda la UE.

Según Martín Olalla, se trata de "un asunto bastante complejo de armonizar en todo el continente", porque, en su opinión, la necesidad de países como España, Italia o Grecia "no es la misma" que la de países como Finlandia. "A los españoles nos viene bien el cambio horario y en general la gente lo acepta. Generalmente, lo que hace el cambio es generar ocio diurno", ha explicado el experto, al tiempo que ha destacado que si no se hiciese este cambio "es posible que la gente lo hiciese por otras vías, como que la gente empiece a trabajar antes".

En la misma línea, el catedrático Jorge Mira ha asegurado que es un "error" eliminar el cambio horario y que es una cuestión "más compleja de lo que pueda parecer". "Entiendo que esto es debido a la petición de Finlandia, pero a ellos una hora arriba o abajo les supone poca cosa porque el sol alumbra 24 horas al día ahora", ha señalado.

Consecuencias sobre la salud

"Tras las peticiones de un número de ciudadanos, del Parlamento Europeo, y de ciertos estados miembros, la Comisión ha decidido investigar el funcionamiento del actual cambio horario de verano para evaluar si debería o no ser modificado", asegura la web del Ejecutivo comunitario.

La Eurocámara pidió a la Comisión el pasado 8 de febrero que reevalúe las consecuencias en la salud de los europeos del cambio horario que se aplica en toda la UE a finales de marzo y de octubre, con el objetivo de valorar su posible supresión, tal y como reclama Finlandia.

Los eurodiputados adoptaron una resolución no vinculante en la que reconocen que no existen pruebas científicas concluyentes pero recalcan que sí hay indicios que apuntan al efecto pernicioso de este sistema, armonizado a nivel europeo.

Tanto los eurodiputados como la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, coincidieron durante el debate parlamentario en la necesidad de mantener un sistema armonizado y evitar que un país u otro tome medidas de manera unilateral para desmarcarse de las reglas que marca la directiva sobre la cuestión horaria en la UE.

La normativa comunitaria sobre el horario de verano, vigente desde 2001, establece una fecha y hora comunes en toda la UE para los cambios de hora, con el objeto de garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior.

Actualmente existen tres zonas horarias en la UE: la Hora de Europa Occidental (en la que se encuentran Portugal, Reino Unido e Irlanda); la Hora de Europa Central, en la que se encuentran España y otros 16 estados miembros, y la de Europa Oriental para ocho países del este.