La temporalidad seguirá siendo la principal vía de acceso laboral de la población joven y aumentará el número de contratos a tiempo parcial. Las cualidades más valoradas para valorar a un candidato: capacidad de trabajar en equipo (importante para el 31% de directivos de RRHH) y la motivación (26%). Mayor profundidad en competencias digitales e idiomas, las cualidades a mejorar para optar a puestos de alta o media cualificación. También señalan cierto déficit en capacidades soft (interpersonales). El estudio está elaborado a partir de un panel de expertos que analizan el futuro de la empleabilidad juvenil en España en un horizonte de cinco años (2017 - 2022).

Aunque las previsiones de los expertos apuntan a que el desempleo juvenil, en cifras absolutas, descenderá en los próximos 5 años -el 80% de las empresas consultadas piensa realizar contrataciones en los próximos años y el 90% de ellas de menores de 35 años- los y las jóvenes que sólo tengan una formación básica tendrán graves dificultades para encontrar empleo en los próximos cinco años (93% de expertos consultados se muestran de acuerdo). Además, también señalan que la brecha social y las diferencias entre personas jóvenes aumentarán en el próximo quinquenio porque el mercado laboral discriminará cada vez más entre jóvenes con o sin experiencia cualificada.

El estudio analiza el futuro del empleo y de la empleabilidad juvenil en España en un horizonte de cinco años (2017 - 2022). El resultado final de esta investigación prospectiva es la configuración de un conjunto de previsiones de escenarios de futuro sobre la empleabilidad juvenil en España sobre distintas cuestiones como la percepción de la situación de la población joven, la situación del empleo en población general y juvenil, la formación para el empleo, las ayudas y los tipos de contratos, o las normas de vigilancia y control.

La investigación utiliza una metodología Delphi que consiste en trabajar a partir de la coincidencia de las opiniones de un panel de expertos y expertas con diferentes perfiles con experiencia teórica y práctica en ámbitos de la empleabilidad y del trabajo con población joven. En concreto, los 63 participantes provienen de la academia e investigación (profesorado de universidad); administraciones públicas vinculadas con el empleo juvenil; centros de orientación, información y empleo de universidades; escuelas de negocio, consultorías especializadas; y sector social y sindical.

Además el estudio se completa con un capítulo específico en el que se han recabado las opiniones de especialistas en Recursos Humanos de grandes empresas que ha sido elaborado gracias al apoyo de KPMG.

Según los expertos consultados en el estudio, el mercado de trabajo siempre penalizará con los empleos de peor calidad a la población juvenil por no tener experiencia laboral. La temporalidad seguirá siendo la principal vía de acceso laboral y aumentará el número de contratos a tiempo parcial aplicados a la población juvenil. Por otra parte, el trabajo autónomo aumentará en los próximos cinco años debido a que las empresas impondrán esta modalidad de trabajo para contratar sus servicios.

Según los expertos, no se creará un salario mínimo para la población joven distinto al del resto de la población y las segmentaciones contractuales seguirán existiendo. A su vez, en los próximos cinco años, no se verá reducido el número de contratos eventuales (obra y servicio y otros) para la población juvenil.

En relación a los tipos de contratos que se prevén para la población juvenil en los próximos años, se promocionará la jornada a tiempo parcial así como la existencia de mayores incentivos a la contratación a tiempo parcial de carácter indefinido.

El descenso en la tasa de desempleo no será un factor determinante para la desaparición o no del contrato indefinido de apoyo a emprendedores. En esta línea, la figura del contrato de primer empleo joven se reformará en los próximos 5 años, y se hará para mejorar la experiencia profesional de la población joven. Por su parte, aumentarán los contratos de formación y aprendizaje y los contratos de prácticas.

También se prevé un aumento el número de prácticas no laborales integradas en planes educativos y, en esta línea, crecerá también la integración real de las prácticas no laborales en los centros de trabajo.

Respecto a las normas de vigilancia y control, en los próximos 5 años habrá cambios legislativos que regulen la realización de prácticas no laborales para favorecer su buen uso. Además, estas modificaciones legislativas supondrán la definición de las obligaciones de las entidades o empresas convocantes de las becas