"No me consta que Carlos López Otín se vaya a ir de la Universidad de Oviedo", aseguró ayer el rector, Santiago García Granda, quien considera la estancia del catedrático de Biología Molecular en la Universidad Pierre y Marie Curie de París como un asunto natural. "Moverse es una cosa normal", subraya el máximo responsable de la institución académica sobre la decisión de Otín de trabajar durante un semestre con sus colegas galos, con los que ya venía colaborando desde Oviedo.

García Granda celebra la oportunidad de que el bioquímico, con raíces en la localidad oscense de Sabiñánigo, investido como Doctor Honoris Causa por las universidades de Zaragoza y Autónoma de Chile, haya traído a Asturias su proyecto sobre envejecimiento, financiado con 2,5 millones de euros por parte del Consejo Europeo de Ciencia (ERC). "Nos gustaría captar más investigadores en esas condiciones", reconoce el Rector, fijándose también el caso del físico Pablo Alonso que se trasladó a Asturias tras recibir una "Starting Grant" del Consejo Europeo de Ciencia.

De la salida temporal de Otín, García Granda aseguró que forma parte de la trayectoria normal de los investigadores: "Lo pidió y se le concedió", dijo el Rector, quien aclaró que el catedrático "irá solo" a trabajar con uno de sus colegas galos.

En los últimos tiempos, la pugna por las plazas de profesorado enrareció el ambiente en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo hasta el punto de mantenerse un clima de "supervivencia sin agresión", según confirmaron diversas fuentes. Todos coinciden, no obstante, en que la salida de López Otín de la Universidad de Oviedo es temporal y cumplido un semestre en Francia volverá a las clases con normalidad.