El preso de ETA José Ramón López de Abetxuko Likiniano, que tiene ahora 68 años, abandonaba ayer jueves la cárcel de Asturias tras 29 años entre rejas. A pesar de sufrir una cardiopatía y varías enfermedades degenerativas, el que fue tesorero de la banda, fue puesto en libertad tras cumplir la totalidad de su pena.

Abetxuko, encarcelado en 1993, fue condenado por la Audiencia Nacional en 1999 a 30 años por matar a Eugenio Lázaro Valle, comandante del Ejército y jefe de la Policía Municipal de Vitoria, el 13 de abril de 1980. Antes ya había cumplido condena en Francia entre 1989 y 1992, años que no fueron descontados de su pena en España. En 1996, durante su estancia en la cárcel, también fue juzgado, acusado de formar parte del llamado "aparato de refugiados y seguridad" de ETA, encargado de esconder a los miembros huidos de la banda.

En 2014, el propio ayuntamiento de Vitoria, con los votos el PNV, Bildu y el PSE-EE, había pedido la excarcelación de Abetxuko alegando "razones humanitarias" debido a su estado de salud. A pesar de los varios intentos de excarcelación y traslado a un prisión vasca, apoyados en la cardiopatía y las enfermedades degenerativas que sufre, Instituciones Penitenciarias mantuvo a Abetxuko en la cárcel de Asturias. Ayer era excarcelado habiendo completado su condena.

Etxerat, el colectivo de familiares de presos de ETA, trasladó esa misma mañana un autobús con medio centenar de personas a la cárcel de Asturias para darle una bienvenida de héroe a Abetxuko. Esta misma asociación era quien hacía pública la información sobre su puesta en libertad a través de su web. Abetxuko es uno de los tres etarras que aún continuaban en la cárcel de Asturias.