Ha sido la hospitalización más corta de José Ángel Fernández Villa, cinco días, cuando sus últimas estancias en el HUCA fueron como mínimo de una semana. El ex secretario general del SOMA abandonó la planta de Cardiología en la que estaba ingresado desde el pasado viernes a las nueve de la noche de anteayer miércoles, una hora muy poco habitual para un alta hospitalaria, ya que suelen darse a última hora de la mañana o primera de la tarde. Así evitó que su salida fuese captada por los medios de comunicación.

Villa se fue a su casa y ahora le toca al tribunal decidir si reanuda el juicio abruptamente suspendido en la mañana del pasado lunes, al comunicar su defensa que había ingresado en Urgencias. Su representante legal fue quien comunicó a la sección tercera de la Audiencia Provincial, a mediodía de ayer, que Villa había recibido el alta hospitalaria. Ahora, el tribunal solicitará informes médicos para valorar la continuación del juicio. Podría incluso solicitarse un nuevo informe forense. Fernández Villa ingresó el pasado viernes con un cuadro de decaimiento general y pasó a la planta de Cardiología por una posible angina de pecho. El alta evidencia que su estado ha mejorado de forma apreciable.

Como ya señaló en la vista del pasado lunes la magistrada María Luisa Barrio, si el juicio no puede reanudarse en el plazo de un mes desde la suspensión, habría que ir a una nueva vista, por imperativo legal, y tendrían que volver a repetirse las declaraciones que ya se realizaron la semana pasada. En cualquier caso, su defensa ha ganado tiempo.

De no haberse suspendido el lunes el juicio por lo que respecta a Villa, ayer jueves ya habría quedado visto para sentencia. La letrada de Villa, Ana García Boto, intentó que también se suspendiese el juicio respecto a Pedro Castillejo, exsecretario de la fundación Infide del SOMA, pero el tribunal lo continuó contra él, aunque evitando cualquier referencia al ex secretario general del sindicato minero, para evitar una situación de indefensión.

Solo hicieron falta un par de sesiones más para que el juicio contra Pedro Castillejo concluyese, el pasado martes. Las acusaciones mantuvieron sus peticiones, tres años y medio de cárcel en el caso de la Fiscalía, y cinco en el de la acusación particular que ejerce el SOMA. Le acusan de haber usado 119.000 euros de los fondos del Infide para gastos personales.

Hasta 6 años de cárcel

Villa se enfrenta a penas de hasta seis años de cárcel, los que solicita el letrado de la acusación particular, Miguel García Vigil, cinco años en el caso de la Fiscalía. Le acusan de haberse apoderado para fines particulares de 434.000 euros. Villa había estado cobrado desde 1989 un cheque nominativo de Hunosa que en realidad correspondía a las dietas de los integrantes del comité intercentros de la empresa minera. Posteriormente habría realizado diferentes compras de libros, puros, perfumes..., con las tarjetas del sindicato. Y habría adquirido hasta dos vehículos Mitsubishi Montero con dinero del sindicato. Este le asignó además un sobresueldo después de dejar de ser senador y diputado regional.