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Un trágico suceso que causó gran conmoción

El desamparo y el dolor físico o psíquico, la raíz de la muerte a manos de su marido de una mujer con alzhéimer en Langreo

Los profesionales coinciden en que la interacción de familia, servicios sociales y sistema sanitario son los factores clave para evitar conductas extremas en personas de edad avanzada

El desamparo, y las escasas perspectivas de futuro, o de solucionar los problemas a los que se enfrentan en la vida, parecen estar detrás de los casos de homicidio y posterior suicidio del ejecutor, en Gijón y La Felguera en los últimos días. Al menos, así opinan psiquiatras, sociólogos y psicólogos consultados por LA NUEVA ESPAÑA. "Se trata de un tipo especial de suicidio, que denominamos 'suicidio ampliado'", explica el psiquiatra Celso Iglesias. "Este tipo de conducta parte de una primera persona, que decide suicidarse al encontrarse en situación de desamparo, enfrentado a dolor físico o psicológico. El sujeto que toma esta decisión arrastra con él a un ser cercano frágil que está a su cargo, con el objetivo de quitarle el sufrimiento, como parte de su propio suicidio", añade Iglesias.

Estos casos, según explican los expertos pueden darse tanto en gente de avanzada edad, por encontrarse solos y sin perspectivas de futuro- como en los casos recientes- o en personas jóvenes sumidas en una depresión y con niños a su cargo. Por su parte, el psicólogo Marino Pérez, habla de un "posible acuerdo entre personas, que pone de manifiesto una salida desesperada a una situación en la que no ven otra opción". Pérez considera que se trata de "casos limite, en los que las personas ponen en juego aspectos internos de ellas mismas, que desconocen y que de no encontrarse en situaciones extremas rechazarían . En ellos se pone en juego el reducto de libertad que les queda como seres humanos". Al igual que Iglesias, Pérez vislumbra "la soledad y el desamparo" como parte clave en los casos ocurridos en las últimas dos semanas en Asturias.

Otros como el sociólogo José Manuel Parrilla, prefiere mantener una cierta cautela. "La violencia de género sigue pesando. No sabemos con certeza absoluta si existe la complacencia de la víctima", puntualiza Parrilla, quien insiste en la importancia de la prevención. "Hay que reivindicar políticas familiares y que la labor de los trabajadores sociales no se limite a trámites burocráticos", subraya. El modelo que Parrilla expone se basa en la sinergia entre los servicios sociales y los servicios sanitarios. "De esta manera se podría detectar, antes de que sucedan casos tan extremos, en que familias se pueden dar situaciones de este tipo. El sistema sanitario se encargaría de localizar estos casos en los centros médicos donde acuden estas personas de avanzada edad, y los trabajadores sociales se encargarían del seguimiento.", argumenta el sociólogo, quién considera que "ni siquiera tendría un coste muy elevado".

El psiquiatra Celso Iglesias, coincide parcialmente con lo expuesto por José María Parrilla. "Estos casos de personas mayores no suelen estar en tratamiento en salud mental. Por tanto, nosotros no los tenemos controlados. Desde el punto de vista sanitario poco se puede hacer, la prevención tiene que venir desde los trabajadores sociales", opina Iglesias.

En el otro extremo se encuentra el psicólogo Marino Pérez, que considera que la prevención en esta coyuntura es muy complicada. "Hablamos de gente que no encuentra alternativa a la soledad y no ven una evolución favorable de sus vidas. Son imprevisibles hasta para ellos mismos y sus familias, que probablemente son quienes más se sorprenden al encontrarse estos desenlaces", teoriza Pérez. Es precisamente este carácter impredecible del comportamiento humano en situaciones extremas, el que lleva a pensar al psicólogo que anticiparse a estos casos es prácticamente imposible. "Nunca admitirían que van a hacer algo así", afirma. Además, Pérez recalca la posible importancia del "efecto llamada que puede producir en estas personas el conocimiento de otros casos a través de los medios de comunicación", aunque admite que "debe informarse sobre ellos".

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