Los empresarios del sector de la navegación en el Sella solicitan una ampliación en el horario para evitar el colapso de piraguas que se produce durante los meses de julio y agosto en este río asturiano. El más turístico por excelencia.
Consideran los empresarios que ésta es una solución que evitaría tener que reducir el número de embarcaciones en el río, algo que se lleva planteando desde hace más de un año y que no acaba de tomar forma, ya que este nuevo modelo de gestión tiene que contar con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), que en caso de cambiar el sistema actual optará por una concurrencia competitiva y esto podría dejar fuera de los negocios a los empresarios locales, en caso de que una empresa foránea pusiese la mejor oferta sobre la mesa.
Mientras tanto, el Sella se encuentra otro año más con colapsos de embarcaciones, al coincidir la hora de salida al río y teniendo en cuenta que los meses de verano son, sin duda, los de mayor afluencia. "Vivimos prácticamente del verano", asegura Salvador Vallina, uno de los empresarios veteranos, que lleva más de veinte años dedicándose al turismo activo en el Sella. Reconoce Vallina que "sí que es verdad que en los meses de verano hay colapsos, y debería hacerse una regulación, pero ésta no podría ser estricta. En mi opinión, la mejor solución es ampliar el horario de navegación para que no nos vemos obligados a salir todos al río a la misma hora", concreta.
En la actualidad, las embarcaciones en el Sella pueden navegar entre las once de la mañana y las seis de la tarde, lo cual implica que en los meses de verano casi todas salgan a la misma hora, ya que hay clientes para ello, y entonces se produce un embotellamiento. Según los datos de la CHC, hay 3.600 embarcaciones con licencia funcionando en el Sella.
Juan Feliz, vocal de turismo activo de Incatur (Asociación de Empresarios de los Picos de Europa), también mantiene la misma opinión, que es compartida por los socios del colectivo. "La masificación se produce sólo durante los meses de julio y agosto, pero tiene fácil solución si se amplía el horario de navegación, y podríamos salir a navegar de forma escalonada", asegura el portavoz de los empresarios asentados en los Picos de Europa.
Otra de las demandas del colectivo es que se ponga coto a las decenas de chiringuitos ilegales que se asientan a la orilla del río para vender comida y bebida sin cumplir la normativa de Medio Ambiente ni los requisitos necesarios de estos establecimientos, como contar con el carné de manipulador de alimentos o estar dado de alta como autónomo en la Seguridad Social.
Afirman los empresarios que "cada vez son más los que se colocan en la orilla del río con una tumbona, una nevera portátil y una sombrilla. Perjudican al resto que lo hace de forma legal y dan una pésima imagen a los que nos visitan", asegura Vallina. Pero este problema, tal y como indica el Principado, es competencia de los ayuntamientos, y aseguran que es el Ayuntamiento de Cangas de Onís el que está haciendo la vista gorda.
La CHC no ve problemas en lo referente al río en cuanto a la explotación turística de éste, pero está dispuesta a dar forma legal a otro modelo de gestión si se plantea por parte del Principado.
La cuestión es que los empresarios locales creen que ellos deberían tener preferencia por antigüedad si se decidiese sacar a concurso el número de canoas por lotes, pero temen que al hacer el procedimiento abierto pueda venir una empresa foránea y hacerse con el negocio. "Nosotros somos los que llevamos muchos años trabajando aquí y dando trabajo a gente de la zona, eso debería tenerse en cuenta a la hora de regular el negocio de la forma que sea", concluye Vallina.
