El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha completado una profunda remodelación de la diócesis con 66 nombramientos en prácticamente todos los arciprestazgos de la región. La lista oficializa el ya anunciado de Jorge Cabal como vicario episcopal de Gijón-Oriente -en sustitución del actual abad de Covadonga, Adolfo Mariño- y entre otros otorga al sacerdote praviano Luis Marino Fernández Solís, hasta ahora en Villamayor (Piloña), la responsabilidad del canónigo de la colegiata de Covadonga. Manuel Robles abandona Tazones y sus otras parroquias maliayesas para pasar a una de las grandes plazas de la región como rector de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Gijón, la "Iglesiona", y reemplazará allí a José Miguel Marqués, designado a su vez vicario parroquial del Cristo, en Oviedo. Manuel Alonso Martín, adscrito a la basílica de San Juan El Real, será el nuevo delegado episcopal de catequesis, y el laico Daniel Cortizo, arquitecto, sucederá al sacerdote Enrique Monestina como director del Secretariado de Obras Diocesanas.

Miguel del Campo, adscrito a San Juan Bautista de Mieres, será el director de la Escuela de Animación y Educación en el Tiempo Libre dentro de una cadena de asignaciones de puestos en la que se observa que las "unidades pastorales", las agrupaciones de varias parroquias bajo una misma dirección espiritual como fórmula más que extendida por las zonas rurales para atajar la carencia de sacerdotes, se van consolidando también en la Asturias urbana. Los nombramientos recién oficializados instituyen la unificación de San Antonio de Padua y San Melchor de Quirós, en Oviedo, bajo ese modelo que se replica ya en parroquias de Gijón y Avilés y que ahora llega asimismo a las de Sama y Ciaño, en Langreo. Desde el Arzobispado se vinculan estas decisiones organizativas a la exigencia de adaptación a la falta de relevo generacional, pero también a la necesidad de optimizar los recursos materiales de la diócesis y al estímulo del trabajo en equipo. "Es otra forma de entender la Iglesia acorde con lo que tenemos en estos tiempos", concluyen.

Al frente de las parroquias, unificadas el año pasado, de San Pedro de los Arcos y Nuestra Señora de la Merced, en Oviedo, llegará precisamente ahora Hilario Paz, presidente del Teléfono de la Esperanza y hasta ahora en Ribera de Arriba y Argame, plazas a las que se incorpora José Antonio Sánchez Cabezas desde El Cristo. En Sama-Ciaño, Luis Ricardo Fernández, capellán del HUCA, reemplaza a José Ángel Pravos, nuevo párroco de San Miguel de Pumarín (Gijón) y a San José de Pumarín (Oviedo) se incorpora Hilario Valdés desde Sotrondio. Entre los muchísimos cambios de destino hay además varios regresos a Asturias: el gijonés David Cuenca vuelve desde Valencia y se hace cargo de la unidad pastoral corverana de Trasona, Cancienes, Solís y Los Campos; José Reinerio Fernández, que ejercía en Santander, será el párroco del Espíritu Santo y San Pablo, en Gijón, y el misionero Alejandro Rodríguez Catalina, retornado de la misión diocesana de Bembereké, en Benin, se ocupará de la Unidad Pastoral de Luanco.