Los médicos que el pasado martes atendieron al hombre atacado por seis perros en Arniella (Siero) constataron que el destrozo causado por los animales era de tal magnitud -particularmente en los brazos- que ni siquiera permitieron que sus hijos pudieran verlo. "Es una de las escenas más dantescas que he visto en mi vida", declaró un facultativo con años de experiencia. Los especialistas dieron por imposible instaurar cualquier tratamiento.

El herido falleció pocas horas después, sobre las nueve de la noche. "No queremos buscar culpables, fue una fatalidad", declararon a LA NUEVA ESPAÑA Evangelista y Alfonso Canto Fernández, dos de los cinco hijos del difunto.

El suceso se produjo hacia el mediodía. Que se sepa, no hubo testigos. El hombre fue trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), tras llamar el propietario de los perros al 112, al percatarse de que su vecino estaba tirado en el suelo y presentaba graves heridas en los brazos. Evangelista abrió la portilla de la casa de su vecino, donde éste tiene seis perros -cuatro sueltos y dos atados- y la tragedia se desencadenó en un instante. Fueron los ladridos de los perros los que alertaron al propietario de que algo estaba ocurriendo fuera, y lamentablemente se encontró con el peor de los escenarios.

Natural de Piloña, Evangelista Canto Díaz, residía en Arniella desde hace más de tres décadas. Vivía con uno de sus hijos que lleva su mismo nombre. Sobre las once de la mañana, su hijo se ausentó de casa para hacer una gestión en el centro de salud. Poco después, el hombre se dirigió a visitar a su vecino, que vive a unas decenas de metros en una casa con huerta, un tanto retirada del resto de los domicilios de la aldea. Este recorrido lo hacía con frecuencia, ya que, aunque mayor, solía salir a "dar unos paseinos todos los días", relata uno de sus vecinos. Pero en esta ocasión se desencadenó el desastre.

Al lugar del incidente acudieron la Guardia Civil y una uvi móvil. El personal sanitario estuvo atendiendo al herido durante un largo espacio de tiempo. Tras comprobar que las lesiones eran muy graves, lo intubaron y lo trasladaron al servicio de Urgencias del HUCA, pero nada se puedo hacer por salvar su vida.

Los vecinos de Arniella están conmocionados. No recuerdan una tragedia tal en el pueblo, y destacan que tanto el propietario de los perros como el fallecido son "dos grandes vecinos".

"No me lo puedo creer, hoy mismo lo vi por la mañana sentando en la marquesina, como tantas otras veces. Hace un rato vino la Guardia Civil a nuestra casa diciéndonos que un vecino había sido atacado por un perro, pero nosotros no nos enteramos de nada. ¡Qué desgracia!", lamenta José Ángel García, vecino del fallecido y del propietario de los canes. "La verdad es que los perros nunca salen de la finca, pero yo creo que había que matarlos", añade este ganadero de Arniella, que no para de negar con la cabeza, atónito por lo ocurrido.

El suceso tuvo lugar en la finca "La Pomarada" número 7, donde el propietario de los perros vive solo. Antes vivía con su pareja, pero desde hace años únicamente los perros le acompañan. "Probetón, vaya por Dios", se lamenta Juan Carlos García, con los ojos llorosos tras conocer la gravedad de los hechos. "Qué pena me da, quedó viudo hace unos años y ahora esta desgracia. Pobres chavales", añadió, en referencia al dolorosísimo trago que están pasando sus hijos.