La visita de la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, a Covadonga el próximo 8 de septiembre es una "gran noticia" que los vecinos del concejo de Cangas de Onís llevaban esperando "largo tiempo", señaló el alcalde, José Manuel González Castro. El regidor recordó que ya en 2011 envió a la Casa Real una invitación para que la Princesa visitara Covadonga, tal y como habían hecho su tatarabuelo, Alfonso XIII, y su padre, Felipe VI. Este último lo hizo en 1977, cuando contaba solo 9 años de edad. Entonces recibió los atributos como Príncipe de Asturias.
El alcalde cangues evitó cualquier opinión sobre los contenidos que debería tener la visita de septiembre. González Castro se limitó a señalar que será la "mesa de trabajo" y las diferentes "comisiones" que se formarán al efecto las que decidan "el contenido de la visita".
El expresidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil resaltó que "doctores tiene el protocolo" para decidir los contenidos de la visita del 8 de septiembre. Sí estima que resultaría "razonable" organizar un acto similar al de 1977 en el que el actual rey recibió los atributos como Príncipe de Asturias, pues Covadonga ofrece la "simbología adecuada" para ello. Destacó que la exaltación del santuario cangués llega con el primer rey Borbón, Felipe V, un momento en el que se sitúan "las raíces del estado moderno".
El cronista oficial de Parres, Francisco José Rozada Martínez, resaltó que la visita de los Reyes y sus dos hijas hará del próximo 8 de septiembre "una jornada histórica para Covadonga y para toda Asturias". En su opinión, "pocos momentos habrá más oportunos en la historia de Asturias para que la Cruz de la Victoria regrese a Covadonga".
El regidor cangués había solicitado formalmente tras la abdicación de Juan Carlos I a la Casa Real la celebración de un acto público y solemne en Covadonga para entregar a la futura heredera de la Corona los atributos del título de Princesa de Asturias, repitiendo así el protagonizado por su padre en 1977. Era el deseo de las autoridades políticas locale y también el de los dirigentes religiosos del santuario. De hecho, tanto González Castro, como el entonces abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, manifestaron su firme apuesta por repetir una fórmula que hace 41 años reunió en el real sitio a miles de personas, que supuso un homenaje del pueblo asturiano a "su" príncipe y que implicó rescatar una tradición que remonta su origen al año 1388, cuando se instituyó el título de Príncipe de Asturias, con el objetivo de reforzar los lazos entre la entonces levantisca y rebelde Asturias y la corona de Castilla.
