"Estoy destrozado, no salgo de la cama". Con estas palabras reaccionaba esta mañana el dueño de los seis perros que ayer acabaron con la vida de un vecino de Siero (Evangelista Canto) al que atacaron en la finca de un amigo de la victima. El herido falleció pocas horas después del suceso, sobre las nueve de la noche. "No queremos buscar culpables, fue una fatalidad", aseguraron dos de los hijos del fallecido en declaraciones a este periódico.

"Evangelista abrió la puerta y probablemente les diese con el callao y por eso los perros lo atacaron", aseguró el asturiano visiblemente emocionado, no en vano el fallecido era amigo suyo de toda la vida.

Al parecer, y según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, sólo uno de los seis perros tenía los papeles en regla. Un extremo que, por otra parte, no afecta a lo sucedido según puntualiza la Benemérita.

Natural de Piloña, Evangelista Canto Díaz, residía en Arniella desde hace más de tres décadas. Vivía con uno de sus hijos que lleva su mismo nombre. Sobre las once de la mañana, su hijo se ausentó de casa para hacer una gestión en el centro de salud. Poco después, el hombre se dirigió a visitar a su vecino, que vive a unas decenas de metros en una casa con huerta, un tanto retirada del resto de los domicilios de la aldea. Este recorrido lo hacía con frecuencia, ya que, aunque mayor, solía salir a "dar unos paseinos todos los días", relata uno de sus vecinos. Pero en esta ocasión se desencadenó el desastre.

Al lugar del incidente acudieron la Guardia Civil y una uvi móvil. El personal sanitario estuvo atendiendo al herido durante un largo espacio de tiempo. Tras comprobar que las lesiones eran muy graves, lo intubaron y lo trasladaron al servicio de Urgencias del HUCA, pero nada se puedo hacer por salvar su vida. Uno de los médicos que le atendió llegó a decir que la escena del herido llegando a Urgencias "fue la más dantesca que viví en mi vida".

Los vecinos de Arniella están conmocionados. No recuerdan una tragedia tal en el pueblo, y destacan que tanto el propietario de los perros como el fallecido son "dos grandes vecinos".

"No me lo puedo creer, hoy mismo lo vi por la mañana sentando en la marquesina, como tantas otras veces. Hace un rato vino la Guardia Civil a nuestra casa diciéndonos que un vecino había sido atacado por un perro, pero nosotros no nos enteramos de nada. ¡Qué desgracia!", lamenta José Ángel García, vecino del fallecido y del propietario de los canes. "La verdad es que los perros nunca salen de la finca, pero yo creo que había que matarlos", añade este ganadero de Arniella, que no para de negar con la cabeza, atónito por lo ocurrido.