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Covadonga, salpicada de remiendos

A dos meses de la visita de la Princesa Leonor el santuario tiene problemas de aparcamiento y de tráfico, la explanada de la basílica está llena de baches y el Jardín del Príncipe es una selva

La explanada de la basílica, ayer, con las plazas de aparcamiento salpicadas de remiendos de aglomerado. RAMÓN DÍAZ

La Princesa Leonor encontrará el 8 de septiembre un santuario, el de Covadonga, que funciona por inercia, de milagro. No hay gestión: hace más de un año que no se reúne el patronato que rige el real sitio, integrado por el Principado, la Iglesia de Asturias y el Ayuntamiento de Cangas de Onís, y su comisión permanente ha demostrado en demasiadas ocasiones que no es operativa. El patronato tiene un presupuesto ridículo, de unas pocas decenas de miles de euros. Y Covadonga va de ocurrencia en ocurrencia: un consejero planea construir un ascensor panorámico, un alcalde propone instaurar la zona azul, un abad reclama un aparcamiento para 300 vehículos...

Salvo que alguien lo remedie a ultimísima hora, el resultado de todo ello es la Covadonga que encontrará la Princesa de Asturias en su primera visita oficial: las plazas de parking de la explanada de la basílica están salpicadas de baches y remendadas con unas cuantas carretilladas de asfalto; el Jardín del Príncipe se ha convertido en una selva; hay problemas de tráfico; y el santuario es el aparcamiento "gratis-total" del plan de transporte a los Lagos, en el que decenas de conductores dejan sus coches todo el día para tomar autobuses unos centenares de metros más abajo y visitar el parque nacional de los Picos de Europa, mientras los visitantes del real sitio no hallan plazas.

Es como si 2018 hubiera llegado de improviso, sin avisar, por sorpresa. De nada sirvieron las llamadas lanzadas ya desde 2015 por el anterior abad, Juan José Tuñón Escalada, quien advertía de que 2018 estaba a la vuelta de la esquina y reclamaba atención para el santuario, como sede de la triple celebración de este año: primer centenario de la coronación de la Santina y del parque nacional de la montaña de Covadonga (hoy de los Picos de Europa) y decimotercero de los orígenes del Reino de Asturias.

Pese a las continuas advertencias, al Gobierno del Principado se le echó el tiempo encima sin hacer nada. Tanto así que ha decidido reparar la vía sacra, que conduce de la basílica a la santa cueva, en muy mal estado, después del 8 de septiembre. Alega que la tramitación de la obra resultó compleja y que si se ejecutara durante el verano se vería muy perjudicado el sector turístico de la zona. Pero los dirigentes autonómicos sabían del mal estado de la explanada de Covadonga desde hacía muchos años, y no podían ignorar que en este había un triple centenario por organizar. Lo han apuntado algunos dirigentes de partidos de la oposición: en ocasiones parece que los dirigentes socialistas del Principado tienen algún complejo en relación con Covadonga. La intervención del presidente autonómico, Javier Fernández, el pasado 3 de julio en el Senado con motivo de la triple celebración "Covadonga 2018", es un buen ejemplo.

Tras la intervención del Rey Felipe VI, Javier Fernández, se refirió a las efemérides de este año. Pero no a todas: recordó que se celebra el decimotercer centenario de los orígenes del Reino de Asturias y el primero del primer parque nacional de España, el de la Montaña de Covadonga, que se amplió en 1995 a los tres macizos de los Picos de Europa. No realizó mención alguna de la "otra" celebración: el primer centenario de la solemne coronación canónica de la Virgen de Covadonga.

Y es que hay ocasiones en las que da la impresión de que el Gobierno del Principado olvida o se desentiende del aspecto religioso del santuario, centrándose únicamente en los que se refieren a la historia y a la naturaleza, también capitales. Y eso que Covadonga recibe un millón y medio de visitantes al año, entre ellos decenas de miles de peregrinos.

La ineficacia del patronato del real sitio ha llevado a los responsables religiosos del santuario a acometer por su cuenta algunas mejoras: limpieza de los leones, retejado de la colegiata y la escolanía, mejora de la iluminación y, en breve, eliminación de barreras arquitectónicas para acceder a la cueva de la Santina.

El Ayuntamiento, por su lado, sigue poniendo la Policía Local para controlar el tráfico y ha financiado el vídeo con el que se recibe a los peregrinos y que detalla la historia de Covadonga.

El Princpado, mientras tanto, sigue con anuncios: un funicular de la finca Les Llanes al santuario, un aparcamiento con 1.200 plazas... Pero nada de momento para antes del 8 de septiembre.

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