El aguacero de la tarde de ayer anegó varias calles de Pola de Siero y afectó a varios establecimientos comerciales. Una vez que comenzó el aguacero, en cuestión de minutos comenzaron a inundarse las dos glorietas de la calle Alcalde Parrondo, las plazas de Don Pelayo y Pablo Iglesias, en las que suele haber inundaciones cuando se dan lluvias torrenciales pero nunca como esta vez. La altura del agua fue tal que alcanzó a varios comercios de la inmediaciones y, además, obligó a los coches a desviarse.

Por otra parte, la calle Celleruelo sufrió una grave inundación en la parte baja que afectó a varios establecimientos comerciales, cuyos responsables se vieron obligados a tapar la entrada y a achicar rápidamente el agua para evitar lo más posible los daños.

El agua alcanzó también la calle Enrique II, y entró en varios establecimientos. Algunos de los comerciantes achacaron la gravedad de la inundación, aparte de la magnitud de la tormenta, al estado de las alcantarillas, algunas de las cuales estaban atascadas. Los propios vecinos se dedicaron a limpiarlas para facilitar el desagüe.

Por otra parte, cinco viviendas sufrieron graves inundaciones en la calle Victor Villa Fernández, de Noreña. La tromba provocó un torrente imposible de desaguar que fue a dar a los sótanos y cocheras de las viviendas, causando daños importantes en algunas de ellas, y que obligó a la intervención de los bomberos.

Quejas por los desagües

La de Elvira Fernández, por ejemplo, que tenía dos coches, varias motos antiguas, bicicletas que la inundación arruinó, ya que anegó completamente la cochera. Los vecinos de esta zona achacan también la gravedad de los daños a deficiencias en los desagües y el alcantarillado, ya que cada vez que hay lluvia abundante se producen acumulaciones de agua, si bien no del calibre de la ocurrida ayer por la tarde.

Asimismo, la localidad de Argüelles se vio aislada por el temporal al inundarse todos los puentes de entrada y salida.