El exlíder minero José Ángel Fernández Villa volverá a sentarse en el banquillo de los acusados el próximo miércoles, día 18, para reanudar el juicio contra él, después de que fuera suspendido al ser hospitalizado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Fernández Villa, que permaneció ingresado cinco días en la unidad de Cardiología, se enfrenta a una solicitud de condena de hasta seis años de prisión por haberse apoderado, presuntamente, de 434.000 euros del SOMA para uso personal.

El tribunal que juzga al exsindicalista en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha establecido tres días para continuar con las vistas. Serán los próximos días 18, 23 y 25 a las 10.00 horas, una vez que cuenta con el informe del Instituto de Medicina Legal.

El juicio contra Fernández Villa y Pedro Castillejo, exsecretario de la Fundación Infide del SOMA, se inició el pasado 27 de junio. Dos días después, por la noche, el exlíder minero fue ingresado en el HUCA con síntomas propios de una angina de pecho. El lunes por la mañana, el tribunal decidió suspender el juicio contra Fernández Villa a la espera de su recuperación. No así el de Castillejo, que se celebró según el calendario previsto.

La Providencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial que juzga a Villa fijó las nuevas sesiones una vez que se han incorporado los escritos del Instituto de Medicina Legal y del Ministerio Fiscal, lo que indica que no hay motivos que justifiquen prolongar la suspensión del juicio. Si esto ocurriera, y fuera superior a un mes, sería necesario por imperativo legal volver a repetir las vistas, lo que conllevaría volver a fijar una nueva fecha para el juicio y tomar declaración a todas aquellas personas que ya han declarado.

El estado de salud de Fernández Villa ha sido un recurso reiterativo de su defensa para intentar que se suspendieran tanto las declaraciones como el juicio contra el exsindicalista. Finalmente, los magistrados, tras escuchar a tres forenses y dos neurólogos, decidieron que se sentara en el banquillo al considerar que, aunque Villa tiene sus capacidades alteradas, no las tiene anuladas y puede entender y comprender lo que se le pregunta, requisito suficiente, según el Supremo, para poder juzgar a personas que padezcan síntomas de demencia.

El estado de salud de Villa también ha sido utilizado por su defensa en el "caso Hulla" para intentar que no tuviera que declarar en el Juzgado. Una vez más sin éxito. Tuvo que acudir a declarar en calidad de investigado en una causa que aún se está investigando.

El exlíder sindical y expolítico aseguró ante el tribunal que le juzga que "nunca, nunca, nunca tuve una tarjeta específica mía, que yo usase", dijo. Sólo respondió a las preguntas de su abogada, y sólo admitió un hecho: "Me quedé con dinero de Hunosa, igual que todos los demás", en referencia a las acusaciones de que se quedara en exclusiva las dietas de sus compañeros en el comité intercentros, algo que la defensa considera prescrito.