Asturias vivió ayer un verdadero diluvio estival, provocando el caos en Oviedo y en varios municipios del centro de la región. Fue el chaparrón del siglo, que hasta dejó la atemorizante imagen de un tornado (una tromba marina) en la playa llanisca de Cuevas de Mar ante decenas de bañistas estupefactos. La capital asturiana registró las mayores lluvias del país a un ritmo imposible de aliviar: hasta 25,4 litros por metro cuadrado en solo una hora.

La ovetense calle Uría parecía un río; las escaleras del Seminario, unas cataratas; hubo bajos comerciales y garajes de viviendas inundadas en distintos puntos del centro de Asturias; argayos que ocasionaron el corte de varias carreteras (incluido un carril de la Autovía Minera), e interrupciones en el servicio de trenes. La tormenta empapó a cientos de viandantes cuyos paraguas resultaron inútiles ante la monumental tromba. Las calles quedaron vacías, los portales se convirtieron en refugio y la circulación por la "Y" discurría a paso de tortuga. Las horas en las que se abrió el cielo, el centro de Asturias quedó colapsado.

La capital del Principado registró las mayores precipitaciones en el país y la lluvia acumulada llegó a superar los 45,6 litros por metro cuadrado, según los datos provisionales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El cielo fue amenazante durante toda la mañana y el aviso amarillo por tormentas en el Suroccidente y la Cordillera se concentró posteriormente en el centro de la región también por precipitaciones. Hubo de todo: rayos, truenos y temperaturas que cayeron en picado.

A las inundaciones, argayos en carreteras y cortes de luz se sumaron la supresión de algunos servicios ferroviarios, retrasos acumulados de hasta una hora e incluso el transporte alternativo por carretera de viajeros. Las líneas más afectadas fueron las de Gijón-Laviana, por inundaciones a la altura de La Florida; entre Oviedo e Infiesto por el agua acumulada en San Claudio; entre Oviedo y Trubia hubo que suspender el servicio, y también entre San Esteban de Pravia y Pravia. "Intentamos solventar la situación sobre la marcha de la mejor manera posible", dijeron fuentes de Renfe.

El director territorial de Meteorología en Asturias, Ángel Gómez, explicó que las fuertes precipitaciones de ayer se explican por "la presencia de un embolsamiento de aire frío en altura, que ha hecho que se desarrollen las nubes de evolución diurna y se produzcan chubascos y tormentas". Y añadió que "la zona de convección con chubascos que se ha generado sobre la zona centro de la región ha sido extensa y se ha desplazado lentamente, acumulándose más precipitación".

Los más afectados

Oviedo se llevó la peor parte, no sólo por la cantidad de lluvia sino también por su intensidad. Las lluvias torrenciales caídas a media tarde inundaron completamente las calles mas céntricas, como Uría y Foncalada, dejaron alcantarillas reventadas, y hasta las escaleras del Seminario convertidas un arroyo imparable.

San Claudio, Las Caldas y Ciudad Naranco también vieron anegados sus viales y bajos. El conductor de un camión tuvo que recibir asistencia sanitaria tras volcar su camión a la altura del túnel de La Bolgachina. Los fallos en el suministro eléctrico provocaron cortes de luz en establecimientos y viviendas del centro de la ciudad y afectaron también a los semáforos.