La tormenta que desde las tres de la tarde se vivió ayer en Oviedo hizo de la ciudad un auténtico caos. Las lluvias pillaron desprevenidos a numerosos viandantes que, vestidos para un clima más amable, trataban de evitar los ríos que se formaban en unas calles anegadas por la lluvia. Quienes se desplazaban en vehículos no tuvieron mucha mejor suerte y es que tanto la Policía Local de Oviedo como los Bomberos recibieron, a causa del temporal, llamadas de todo tipo. Además de un accidente en los túneles de la Bolgachina, los cuerpos de seguridad comenzaron un ajetreado día rescatando a los viajeros de un autobús de un Centro de Día que quedó atrapado en la glorieta de Las Campas.

Desde el centro, una de las zonas más afectadas, las primeras alarmas de la tarde llegaron de la calle Alonso Quintanilla, concretamente de la tienda "Wat'evar", donde una tapa de registro desbordada casi inunda el local. Para este comercio, con escasas cinco semanas de actividad, el problema no es nuevo, y las trabajadoras aseguraban "ya haber vivido la misma situación tres veces en las últimas semanas".

Poco después y a escasos metros, en la calle Caveda, un transformador de EDP (antigua Hidroeléctrica del Cantábrico) sufrió, según los vecinos "el impacto de un rayo, sobre las cinco y media oímos un golpe que se sintió muy fuerte y que tuvo "tres réplicas" durante las cuales la luz iba y venía" decía una trabajadora de El Corte Inglés Seguros, local vecino al transformador, declaraciones parecidas se emitían desde los comercios de la zona. El incidente fue rápidamente atendido por un equipo de bomberos que se presentó en la calle a los pocos minutos, aunque una vez acordonado el transformador y confirmado que la situación no comportaba ningún peligro, dejó paso a los técnicos de EDP. Desde el departamento de comunicación de la empresa eléctrica no confirmaron la versión del rayo, pero sí que achacaron la avería a la meteorología, pues "bien pudo haber sido un rayo o la abundante lluvia".

A raíz de lo sucedido con el trasformador, alrededor de 600 puntos de suministro de las inmediaciones de la calle Caveda sufrieron un corte de luz a las 18.00 horas, el cual no pudo ser solucionado hasta las 21.00 horas, (la mayoría de los establecimientos perjudicados estaban situados en Alonso Quintanilla, Covadonga, Longoria, La Lila y la propia calle Caveda). La caída del suministro eléctrico no solo afectó a particulares y comercios, también los semáforos dejaron de funcionar, por lo que la circulación se resintió hasta el punto de llegar a ser regulado por los conductores. Los vecinos y transeúntes de estas céntricas calles, algunos refugiándose de la lluvia, otros que se encontraban allí previamente, observaban el caos y el temporal desde la penumbra de bares y tiendas.

El corte de la zona también lo sufrió el Ambulatorio de la Lila, donde la falta de luz era sustancialmente más sensible que en otros lugares, pero fue, según fuentes del Ambulatorio, "una caída breve e intermitente, duró apenas unos minutos" y se solucionó gracias a "la rápida actuación de los técnicos de EDP".

Además de los cortes de luz, se registraron problemas por la acumulación de agua en numerosas zonas, lo que conllevó diferentes incidentes en el tráfico. Entre las zonas afectadas en Oviedo, se contaron las siguientes: Uría, Fuertes Acevedo, Las Caldas, Monte Cerrao con la calle Piloña, Marcelino Suárez-Argañosa, Calle Oscura, Plaza de Primo de Rivera, Comandante Vallespín, Darío de Regollos, calle Cudillero, Piscinas de San Lázaro, Otero, San Esteban de las Cruces, Santa Marina de Piedramuelle, La Florida, Puerto, San Claudio, Godos? además de Perlín y La Pixarra, donde la caída de dos árboles en sendas carreteras afectó a la circulación.