Los partidos de la oposición pusieron ayer en el punto de mira a la ministra Teresa Ribera y coincidieron en la necesidad de garantizar la actividad industrial en Asturias con una transición ecológica "ordenada" que sea capaz de mantener el empleo y no fuerce una nueva reconversión en la región.

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, sostuvo que el "problema que tenemos en la Ministra, es la ministra del proyecto Castor", reiteró la dirigente popular en alusión a la indemnización millonaria que ha debido afrontar el Estado tras los movimientos sísmicos por las prospecciones en la costa de Castellón. La dirigente popular incidió en la repercusión negativa que tendría para el puerto del Musel el cierre de las térmicas y recalcó que "la descarbonización exprés" encarecería el coste de la electricidad en un 32 por ciento. También receló de las compensaciones prometidas por el Gobierno socialista por el precedente negativo de los Fondos Mineras. "Fueron inversiones improductivas, que seguramente le dieron miles de votos al anterior presidente socialista, pero no cumplieron su fin. Asturias no necesitaba ni boleras ni piscinas", cuestionó Mercedes Fernández.

La portavoz de Podemos, Lorena Gil, reclamó "una transición justa, que mantenga el empleo" y desmarcó a su partido de una política de cierres que "nos deje la contaminación y las enfermedades derivadas de ella entre la población". Pidió, además, "perspectiva y coraje, sin improvisaciones" para afrontar el necesario cambio de modelo productivo.

Gaspar Llamazares, el portavoz de IU, cuestionó que la ministra Ribera "pretenda el certificado de defunción para la minería y las térmicas" y afirmó que "no nos creemos las compensaciones" de las que habla el nuevo Ejecutivo socialista. En su opinión, "hay que buscar alianzas en esta Cámara y otros territorios" y también con "el movimiento sindical" para transformar "la ruptura en transición" mediante "un calendario viable" y una "planificación territorial".

El presidente de Foro, Pedro Leal, reprochó al Gobierno de Sánchez que quiera quedar "como el campeón de la ecología ante la Unión Europea pero se olvida del empleo" al tiempo que juzgó de "hipócrita" la apuesta por la descarbonización. Auguró que el cierre de las térmicas en Asturias supondrá "deslocalizaciones inevitables, convirtiendo las Cuencas mineras en zonas totalmente deprimidas". Para Leal, "las emisiones se trasladarán a otras lugares y las cuencas mineras sufrirán desertización. Un craso error estratégico. La solución no son los cierres sino la mejora de la competitividad", concluyó el dirigente forista. Nicanor García, portavoz de Ciudadanos, señaló como "una temeridad del Gobierno central" el cierre adelantado de las térmicas que también vio como parte del "precio a pagar" en los pactos para la investidura de Sánchez. El portavoz del PSOE, Marcelino Marcos Líndez, se mostró partidario de "una transición justa" y afirmó que los socialistas "nos oponemos al cierre precipitado de las térmicas".