Fueron más de cuarenta horas de desesperación, plegarias e incertidumbre. Horas en las que familiares y amigos se aferraron con todas sus fuerzas a un hilo de esperanza que, desgraciadamente, terminó por romperse. Las horas en las que Elsa Lorences luchó por su vida en la UVI del hospital ovetense finalizaron en la tarde de ayer con la peor de las noticias, su fallecimiento a causa de las heridas sufridas en el accidente del pasado domingo. Tineo sufre así una segunda pérdida a causa de la fatal colisión, la de una joven de 18 años, "alegre, viva y desenfadada", como describen sus vecinos, que deja un hueco imposible de llenar en el municipio.

De familia ganadera, "muy trabajadores todos ellos", la joven era "muy abierta y simpática, un encanto de chica", como recordaba en la tarde de ayer una vecina de la localidad de El Pedregal, donde Lorences vivía junto a sus padres y abuelos. Allí era muy apreciada y querida. Acababa de terminar sus estudios de Bachillerato.

"Era una chica muy joven, en la flor de la vida, que estaba sacando el carnet de conducir y que tenía mucho por delante. Es algo que no se puede explicar, que no se entiende. No tengo palabras; era muy querida por todos, por jóvenes y por mayores", señalaba otro de los vecinos del pueblo, Marcelino González, que no daba crédito aún a la fatídica noticia. Como él, todo el pueblo se quedó sin palabras, petrificado, por la pérdida. .

"La peor de las noticias posibles se confirmó con el fallecimiento de Elsa Lorences, que se estaba debatiendo entre la vida y la muerte. Desde el Ayuntamiento trasladamos nuestro más sentido pésame y apoyo a la familia, una familia muy conocida y muy querida", acertó a declarar el regidor tinetense, José Ramón Feito. El alcalde sólo tuvo buenas palabras para la familia, al explicar que se trata de gente "muy trabajadora y luchadora, toda la vida trabajando en la ganadería, desde los abuelos a los padres y a las hijas; Elsa también ayudaba en la medida de sus posibilidades, como cualquiera en una casa de campo".