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Cuarto de fanega

Cabrales mira a Japón

Luces y sombras del nuevo tratado comercial entre la UE y el país asiático

Cabrales mira a Japón

La Unión Europea y Japón ya son socios comerciales de alto nivel. Sin duda, un tratado de comercio histórico. Uno más. Y ya van varios. Bruselas intenta contrarrestar el efecto "Trump" con acuerdos suscritos con lejanos países a los que, en principio, algunos de los productos que vende la vieja Europa les resultan bastante ajenos.

Esta semana el protagonista de la agenda es Japón. Asturias ya podrá enviar al Imperio del Sol Naciente ternera y queso cabrales, una gran noticia si no fuera porque a los nipones les gusta más el sushi y apenas toman queso, si acaso variedades suaves tipo Philadelphia y esas cosas. En cualquier caso, eso parece ser los de menos. La foto del primer ministro Shinzo Abe y los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, ha quedado preciosa durante la firma, el pasado martes, del documento, en una ceremonia celebrada en la oficina del líder japonés en Tokio. Ambas potencias culminan así un largo proceso de negociaciones iniciado en 2013, aunque para la entrada en vigor del pacto aún son necesarios trámites parlamentarios a nivel nacional, un proceso que podría alargarse hasta 2019. El Acuerdo de Asociación Económica dará lugar a la mayor zona económica abierta del mundo, puesto que el país asiático y el bloque comunitario aglutinan el 40% del comercio global y el 30 % del producto interior bruto mundial. El tratado permitirá liberalizar el 91 por ciento de las importaciones desde la UE hacia Japón y hasta el 99 por ciento cuando se aplique por completo.

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