El Vino de Cangas, uno de los escasos ejemplos europeos de "viticultura heroica", reclama el fin de las restricciones europeas a la plantación de viñas, que en el caso de España impiden un crecimiento anual superior al 0,5% de la superficie total de viticultura española.
El corsé que supone la cuota del viñedo es un elemento adverso contra el que lucha desde hace tiempo el Consejo Regulador de la marca de calidad, presidido por Beatriz Pérez. Los productores llevan meses trabajando codo a codo con la Consejería de Desarrollo Rural para tratar de ampliar las autorizaciones y así dar salida a la demanda de plantaciones que existe en los concejos del Suroccidente adscritos a la etiqueta de calidad.
"Podríamos tranquilamente triplicar la producción", señala Beatriz Pérez, quien hace hincapié en el agravio comparativo que supone para Asturias tener que competir en igualdad de condiciones con comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía. "No es lo mismo un 0,5% de treinta hectáreas que puede solicitar un viticultor de Castilla, que el mismo porcentaje de dos o tres a las que llegamos nosotros", lamenta la presidenta del Consejo.
Beatriz Pérez pide un permiso directo para plantar hasta cinco hectáreas. "Eso ya sería una gran ayuda, si tenemos en cuenta que la media de superficie de nuestros viñedos es de dos o tres hectáreas".
Y es que al obstáculo de los cupos se une en Asturias la peculiar organización de la propiedad agraria, que hace aún más problemático acceder a las tierras. "Todos sabemos lo que pasa con las tierras y montes en esta región, y es algo que nos limita mucho", recalca Pérez. Entre las dificultades, desde Bruselas se cuela un resquicio de luz. La reforma de la Política Agrícola Común (PAC), que se aplicará a partir de 2021, contempla mejoras en las ayudas en el régimen especial del viñedo, incluido en la PAC desde 2010.
La Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas abarca el suroccidente de la región y la parte interior del Noroccidente, e incluye los concejos de Cangas, Allande, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, Ibias y Tineo, unos vinos con DOP. Este año han solicitado autorizaciones para plantar nuevos viñedos en catorce hectáreas, que se sumarían al medio centenar con el que cuenta ahora mismo la DOP. El año pasado, de las trece hectáreas solicitadas, tan sólo se aprobaron nueve, por ello el Gobierno del Principado solicitó al central que se tenga en cuenta la singularidad del territorio a la hora de hacer el reparto.
"Otro de los problemas es que en el mundo del vino español no somos importantes", lamenta Pérez. Asturias comparte problemática con zonas de Cantabria y de Galicia, como la Ribeira Sacra, en Orense y Lugo, donde se practica en las escarpadas laderas de los ríos Sil y Miño.
