La lucha contra la extinción del urogallo ha pasado a ser un "asunto nacional". Las comunidades de los Picos de Europa -Cantabria, Asturias y Castilla y León- consiguieron ayer del Gobierno de Pedro Sánchez la promesa de que se implicará en esa tarea, que hasta el momento, con gestión autonómica, ha registrado resultados catastróficos y ha dejado a la especie al borde de la extinción.
El Estado ha comprometido su "apuesta decidida" en lo que podría ser el último intento de evitar la desaparición del gallu montés, 'Tetrao urogallus', del norte de España. El Ejecutivo central se ha comprometido a ayudar a Asturias a mejorar el centro de cría de esta especie existente en Sobrescobio y a Castilla y León a construir otro similar en esa comunidad. Más: el Estado coordinará ambos centros y las acciones para la cría en cautividad de la especie, que algunos expertos señalan como la única vía posible para salvar al urogallo.
La decisión de los dirigentes estatales de coordinar la gestión del urogallo ha sido recibida con satisfacción por los mandatarios de las regiones del parque nacional, a través del cual llegarán fondos para continuar las actuaciones en favor de la especie.
Los dirigentes asturianos ya han reconocido que la gestión realizada hasta ahora ha sido "una catástrofe", y confían en que la intervención estatal sirva para alcanzar mejores resultados y salvar a esta gallinácea de la extinción. Una posibilidad que los técnicos del Principado, consideran "improbable", pues, a pesar de los grandes esfuerzos realizados en los últimos años, ven "inevitable" su desaparición.
En julio del año pasado, la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente declaró la especie en "situación crítica" o, lo que es lo mismo, en alto riesgo de desaparición. En el último conteo llevado a cabo en la región, que data del año 2005, sólo se contabilizaron 500 ejemplares. Y desde entonces todo indica que la población ha caído notablemente: El último conteo de urogallo cantábrico cifra en 54 los ejemplares en Asturias.
En las jornadas "El urogallo cantábrico: La gestión de una especie en situación crítica", celebrada en mayo en Rioseco, en el parque natural de Redes, se informó a expertos universitarios, investigadores y conservacionistas de las que van a ser las primeras líneas de actuación para hacer un "último esfuerzo" para salvar al ave. Impulsadas por el Ministerio de Medio Ambiente, de momento se está haciendo un "censo genético" para conocer con más exactitud dónde sigue habitando el urogallo; se evalúan cambios en el sistema de reproducción en cautividad, que hasta ahora ha sido "un fracaso" y se pondrán en marcha unos polémicos -al menos en los debates de ayer- controles de depredadores.
