El flamante director general de Pesca Marítima del Principado, Francisco -"Kiko"- González Rodríguez (Luanco, 1966), comenzó a sentir ayer mismo el peso de la responsabilidad que entraña el cargo: reunión maratoniana matinal en Oviedo, comida en Antromero con armadores de la flota de cerco y entrevista vespertina con LA NUEVA ESPAÑA. "No obstante, mi estreno fue el día anterior con un acto en Candás. ¡Qué ironía, yo que soy de Luanco!", bromea sabedor de la piquilla que hay entre ambas localidades. Kiko González coge el timón de la pesca asturiana debido a la jubilación del anterior "patrón", Alberto Vizcaíno, al que le unen lazos de amistad y para el que solo tiene buenas palabras. En este primer cara a cara con los medios de comunicación, González esboza una línea de acción continuista pero tampoco se priva de apuntar ideas propias que a su juicio podrían mejorar la competitividad del sector pesquero y poner orden en el mismo.
- ¿Cumple usted, como luanquín que es, el estereotipo de ser hombre de mar?
-Vengo de familia pescadora y yo mismo andaba ya los quince años pescando sardinas "a bareque". En el instituto tuve claro que mis estudios superiores tendrían que ver con el mar e hice la mili en la Marina; al acabarla, efectivamente, me titulé como patrón de pesca en Pasajes (Guipúzcoa). Y me embarqué.
- ¿Guarda gratos recuerdos de su etapa como pescador?
-De los mejores de mi vida. Fue segundo y primer oficial en barcos-factoría en aguas de las Malvinas y Namibia. Las campañas de pesca duraban siete meses y así estuve cinco años. Lo dejé cuando me ofrecieron la posibilidad de ser profesor en la Escuela Marítimo Pesquera de Gijón, donde estuve hasta ahora que aro un paréntesis para hacerse cargo de la dirección general.
- ¿Tiene añoranza de aquellos años de navegación en alta mar?
-Lamento no haber ejercido de capitán, esa es la espina que me ha quedado clavada. Pero bueno, así es la vida; surgió lo de la enseñanza, algo que también hago con satisfacción, y cambié de "barco".
- Al que se ha subido ahora tampoco es manco: la pesca asturiana, un sector que vive en un estado de permanente sobresalto. ¿Qué composición de lugar se ha hecho del mar en el que va a navegar a partir de ahora?
-La flota asturiana la componen 458 unidades, el 72 por ciento de pequeño porte, más nueve cerqueros y cuatro arrastreros. Una flota pequeña en comparación con la de otras provincias cantábricas, pero bien diversificada y motor de un economía muy importante en tierra sustanciada en las rulas y las empresas que comercializan y transforman el pescado.
- Si tuviera que etiquetar a la pesca asturiana con una sola palabra, ¿cuál sería?
-Artesanal.
- Asturias ha perdido estos últimos años cientos de unidades pesqueras como consecuencia de la reconversión del sector, los incentivos para el desguace de barcos y la política comunitaria de cupos, ¿cree que se ha tocado fondo?
-Al menos parece que hemos entrado en un periodo de estabilización; el año pasado incluso se ganaron unas pocas unidades. No obstante, es difícil anticipar qué puede pasar en años venideros porque tenemos dos serias limitaciones en materia de tamaño de flota: la asignación de cupos de capturas que realiza cada mes de diciembre Europa y la falta de titulaciones profesionales.
- Veo que le sale la vena educativa, ¿se titulan pocos pescadores en Asturias?
-Hay dos frentes en los que intervenir. Por un lado, aumentar mediante la formación y la convalidación de títulos ya poseídos la capacitación de los patrones asturianos para que puedan pescar en aguas más allá de las 12 millas -que para muchos de ellos es su actual límite- y hasta las 60. De ese modo lograríamos una mejora sustancial de la competitividad de nuestra flota.
- ¿Qué hay más allá de las 12 millas?
-Pesca a la que actualmente no tienen acceso los patrones carentes de la titulación precisa.
- Dice usted que hay dos frentes de intervención, ¿cuál es el otro?
-La implantación de la Formación Dual en la FP pesquera. Actualmente los estudiantes invierten dos años en la obtención del título y uno más en lograr las horas de mar que exige la ley. Con la Formación Dual, que por ejemplo ya está avanzada en Galicia, ahorraríamos ese tercer año; en dos tendríamos capacitadas a las nuevas generaciones de pescadores .
- Lo que se antoja imposible es influir desde Asturias en el reparto comunitario de cupos.
-A Bruselas no llegamos, pero en el ámbito nacional creo que sí tenemos opciones de remover las cosas. Está a punto de concluir el estudio que encargó el Principado a expertos en la materia para avalar la reclamación de un reparto equitativos de las cuotas españolas de xarda y chicharro. Es un tema importante, porque cualquier día el bonito también pudiera ser repartido con esos criterios faltos de equidad que tanto daño han hecho a los pescadores asturianos.
- ¿Es partidario de que la Administración intervenga en el reparto de los cupos asignados a cada segmento de flota?
-No, cada sector sabe lo que le conviene y nadie mejor que las asociaciones representativas de cada arte para tomar ese tipo de decisiones.
- Se habla mucho últimamente de furtivismo...
-Es una práctica que ni entiendo ni por supuesto tolero. Tengo el propósito de combatirlo con todos los medios a nuestro alcance, incluso con drones a semejanza de algún ensayo realizado en la materia en Galicia. Hay que analizar las posibilidades técnicas y legales, pero si se puede creo que daría muy buenos resultados así sea solo por el efecto disuasorio.
