El legado de Emilio Alarcos (1922-1998), el prestigioso filólogo y lingüista de la Universidad de Oviedo, aún sigue vigente. Su figura fue ayer homenajeada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El catedrático de Lingüística General y miembro de número de la Real Academia Española (RAE) Salvador Gutiérrez Ordóñez, natural de Bimenes, subrayó que de la teoría de Alarcos se nutren multitud de investigaciones en materia de lengua castellana y sintaxis del discurso en la actualidad y que sus investigaciones sobre el análisis de la fonología, la morfología o la sintaxis siguen teniendo importancia 20 años después de su fallecimiento.

Por ello, para Ordóñez, la "mejor forma" de mantener viva la memoria de Alarcos es "seguir exponiendo su teoría".

En acto, que se celebró en la última jornada de la XIX Escuela de Gramática Española 'Emilio Alarcos' de la UIMP bajo el título '20 años no es nada', participaron también el secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), Francisco Javier Pérez; la mujer del homenajeado, la académica de la RAE Josefina Martínez, y Miguel Alarcos, hijo del homenajeado y profesor de la Universidad de Oviedo.

Todos ellos dibujaron la personalidad del lingüista en la intimidad y relataron anécdotas de su vida vinculada a Santander, como los paseos con su hijo Miguel en los que le explicaba la vida y obras de autores que han pasado por la ciudad, como José María de Pereda o Benito Pérez Galdós, según ha explicado en un comunicado la UIMP.

Además, en el homenaje se recordó la faceta más literaria de Alarcos y se ha puesto de manifiesto el "espesor lingüístico", belleza y significado característicos de sus poemas porque, según han señalado, "escribía con todo el diccionario".